HAITÍ: ¡FUERA LAS TROPAS DE OCUPACIÓN!

Haití a un año de la invasión

Patricio Guzmán, Socialismo Revolucionario, CIT Chile. 22 Marzo 2005.

Hace poco más de un año, el 29 de febrero de 2004, tropas norteamericanas invadieron Haití, se apoderaron de Jean-Bertrand Aristide, presidente electo de la republica, lo enviaron al centro de África, y anunciaron que había renunciado y partido voluntariamente al exilio. Aristide desmintió enfáticamente que hubiera renunciado y conto como fue secuestrado por las tropas norteamericanas.

Jean Bertrand Aristide fue elegido dos veces. Durante su primer mandato fue derrocado por el viejo ejército de Duvalier al mando del general Cedras, era la época de Clinton, quien forzó a los militares golpistas a abandonar el poder. Hubo un gobierno de transición, y luego Aristide fue nuevamente elegido presidente, el corrupto ejército de Papa Doc fue disuelto.

Cuando fue electo Jean-Bertrand Aristide contaba con el apoyo de la gran mayoría de la población, su pasado de sacerdote católico izquierdista despertó enormes esperanzas entre el pueblo haitiano, no estaba relacionado con las elites corruptas tradicionalmente en el poder y tenia un pasado limpio de lucha contra la dictadura. Pero, la aplicación de políticas neoliberales erosiono la simpatía inicial entre el pueblo.

Bush y su política exterior imperialista más agresiva habían reemplazado a Clinton, con el temor ante la radicalización de las masas que sobreviven en la miseria, decidido a aplicar su garrote. Es interesante aquí hacer el parangón con Venezuela donde a pesar de los esfuerzos conciliadores que ha hecho Chavez, el gobierno de Bush no ha dejado de intentar desestabilizarlo y derrocarlo. En Haití, siguiendo un modelo ya clásico en América Latina, la invasión siguió a una campaña de agitación y violencia de la derecha y los ex militares de la dictadura de Duvalier, financiados desde EE.UU. Fue el caos desencadenado por esta campaña que sirvió de pretexto para la invasión, que se realizo con la excusa de poner fin a una guerra civil.

Para entender el trasfondo de la situación en la Republica del Caribe, hay que saber que hace mas de 200 años, en 1791 los esclavos negros trasladados en condiciones inhumanas desde África hasta Haití, torturados y explotados hasta la muerte en las plantaciones de caña de azúcar, siguiendo el ejemplo de la revolución en Francia, se lanzaron a la rebelión general contra los esclavistas, la lucha sangrienta culmino con la declaración de independencia el 1 de enero de 1804.

Haití se convirtió en la primera colonia de población negra, y también en la primera de la región de América Latina y el Caribe, en emanciparse de la metrópolis Europea. El impacto fue enorme, sobre la posterior prohibición de la trata de esclavos, y también en el movimiento emancipador de las colonias españolas ya que Haití sirvió de retaguardia a los libertadores del Virreinato de Nueva Granada (Venezuela y Colombia)

El monocultivo de la caña de azúcar había destruido la diversidad agrícola del país, y empobrecido las tierras. Los esclavos liberados no contaban con la tecnología, los capitales ni los conocimientos para revertir esta situación, y debieron limitarse a hacer lo único que su tradición les aconsejo, dividir la tierra en lotes familiares de agricultura de subsistencia.

Además Haití nació como Republica enfrentada al odio y al desprecio de las potencias, Francia impuso el boicot internacional al comercio con la republica negra, y presiono a los EE.UU. para que hicieran lo mismo, este último país que en aquella época era esclavista se unió al boicot contra Haití. Finalmente Francia impuso una onerosa indemnización a Haití por su independencia que el país término de pagar recién en los años 50 del siglo XX, caso único en la historia de la región.

La historia de Haití esta llena de sucesivas guerras e intervenciones de las potencias coloniales e imperialistas, Francia, España pero principalmente EE.UU. han impedido el ejercicio de la soberanía del pueblo de Haití. En 1915 fue invadida por Estados Unidos que en 1918 obligo a cambiar su Constitución porque prohibía vender tierras a los extranjeros.

Cuando lograron cobrar las deudas de sus bancos los norteamericanos dejaron Haití en manos de dictaduras sangrientas y miserables, como la de los Douvalier padre e hijo, durante la que murieron asesinadas miles de personas. Los infantes de marina estadounidenses ocuparon a Haití durante casi 20 años. Después se retiraron, no sin asegurarse antes que los bancos norteamericanos cobraran sus prestamos, pero dejaron instalada la larga dictadura de los Duvalier, Papa Doc y luego su hijo Baby Doc, oscurantista y sanguinario el régimen de terror sostenido con el apoyo de los EE.UU. y de Francia.

Estados Unidos tiene una historia de repetidas invasiones a los países de la zona del Caribe, la de hace un año forma parte del plan global de los estrategas de la Casa Blanca para estrechar el cerco contra Cuba y Venezuela, y poner freno al movimiento de ascenso de las luchas de los trabajadores en la zona.

La ONU avalo la invasión con excusas humanitarias, y los EE.UU. que necesitaban a sus tropas para su invasión de Irak, consiguieron que Francia, Brasil, Chile y luego otros países latinoamericanos enviaran contingentes militares. Así los gobiernos de estos países que en teoría se oponían a la guerra de Irak, se encargaron de darle una ayuda práctica a Bush para su invasión al país árabe. De paso sirvieron para avalar la invasión y el golpe de estado.

Pocos imaginan ahora que hubo un tiempo en que Haití era un país rico. La colonia francesa productora del 75% de la azúcar mundial, reportaba más ingresos a la metrópolis que todas sus colonias juntas. Los poderosos de la tierra no perdonaron nunca a los esclavos su sueño de libertad. Desde entonces la invadieron, le sacaron todo el dinero que pudieron, y ayudaron a los gobernantes corruptos a arruinar al país.

Haití es actualmente el país mas pobre del hemisferio occidental, y las invasión en nada ayudado a mejorar esta situación, por el contrario la campaña desestabilizadora que impulso Bush ha agravado las cosas. Para salir de la miseria Haití necesita implementar con urgencia reformas y políticas socialistas.

El pueblo y la clase trabajadora haitiana, explotada en condiciones que recuerdan la esclavitud, necesitan nuestra solidaridad. Hay que romper la conspiración de silencio que se mantiene sobre el país.

Confiamos que los descendientes de esos esclavos magníficos que se atrevieron a soñar con la libertad que entonces parecía imposible volverán a conmover el mundo algún día.

Por el derecho del pueblo de Haití a la soberanía nacional y democrática. Por el derecho de los trabajadores y los campesinos haitianos a determinar su propio futuro, por una federación socialista en la región. Fuera todas las tropas extranjeras de su suelo.