Egipto: Incremento de la tensión en Egipto- la huelga del 6 de abril

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO on 16:33

Los trabajadores y jóvenes en huelga lucharon con la policía. Al menos dos manifestantes murieron por disparos

John Dale, Partido Socialista de Inglaterra y Gales, 16 de Abril 2008. Traducido por Luis Montilla

Trabajadores y jóvenes huelguistas lucharon el 6 y el 7 de abril con la policía en la ciudad egipcia de Mahalla al-Kubra. Al menos dos de ellos fueron abatidos por disparos. La fábrica más grande de Oriente Medio, Misr Spinning&Weabing, fue ocupada por cientos de policías.

El gasto medio de los hogares en Egipto en la cesta de los productos básicos y en la de los servicios ha subido un 50% desde enero, de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Las familias tienen suerte si comen carne una vez al mes. El pan, el principal alimento de su dieta, se ha disparado en el precio a pesar de las ayudas, debido al mayor costo de la importación de trigo y a la corrupción. En un intento de reducir los precios, el presidente Hosni Mubarak, recortó el 2 de abril algunos impuestos sobre las importaciones.

El Banco Mundial ha informado recientemente de la "satisfactoria evolución" de la economía egipcia con un crecimiento del 7%, pero señaló que la pobreza ha aumentado desde el año 2000. La vida para la mayoría de la clase trabajadora no es una existencia "satisfactoria" sino una lucha desesperada. El 20% de los 78 millones de egipcios viven bajo el umbral de la pobreza estipulado en 2$ al día, y otro 20% está justo por encima. El Banco Mundial anunció que un 4% de los egipcios viven en la extrema pobreza.

Huelga anunciada

Tras las grandes victorias conseguidas por los 26.000 trabajadores de Mahalla en las huelgas de diciembre de 2006 y de septiembre de 2007, sus trabajadores son vistos como los mejor organizados y los más militantes de Egipto. A finales de enero elaboraron una nueva lista de demandas. Junto con las peticiones de salarios más altos, bonificaciones y subsidios, incluyeron de manera significativa un aumento del salario mínimo nacional de 35 a 1200 libras egipcias (212$), salario que no ha subido ¡desde 1984! Anunciaron una huelga para el 6 de abril si sus demandas no se cumplían.

Varias semanas más tarde un grupo de militantes llamaron a una huelga general ese día contra el presidente Hosni Mubarak y su régimen represivo. El llamamiento fue apoyado por varios pequeños partidos de la oposición, Al Karama (Nasseristas), Al Wasat (islamistas moderados), Frente Democrático (liberales), Trabajo Socialista (a pesar de su nombre, islamistas) y Kefaya ("Basta", un grupo de intelectuales, jóvenes y radicales). Los recaudadores de impuestos, 55.000 de los cuales estuvieron de huelga el pasado diciembre rompiendo con el sindicato estatal, dieron su apoyo, como también hicieron los trabajadores de Grain Mill. La llamada a la huelga general se propagó rápidamente a través de Internet y de mensajes de texto. 65.000 personas firmaron en el sitio de Facebook que promocionaba la huelga.

El Ministro del Interior advirtió el día antes de la huelga que podría haber violencia y que la gente debería mantenerse alejada de las calles. La policía y fuerzas de seguridad de Mubarak tienen una bien merecida fama de brutalidad.

Liga de los Trabajadores Textiles

En el evento, miles de trabajadores hicieron huelga pero no llegó a ser una huelga general. En Mahalla mismo, algunos de los líderes de los trabajadores, que habían tenido un papel dirigente en los paros previos, llamaron el 5 de abril a suspender la huelga después de que fuera aumentada la asignación mensual para alimentos de 43.5 a 90 libras egipcias (16$). El sindicato oficial (parte del aparato represivo del Estado) y estos ex-líderes llamaron a los trabajadores a permanecer en su puesto de trabajo. Una nueva organización, la Liga de los Trabajadores Textiles, que surgió después de que miles de trabajadores abandonaran el sindicato estatal en marzo de 2007, continuó la llamada a la acción.

La huelga debía empezar a las 7:30 de la mañana pero a las 15 horas, cientos de empleados de seguridad fueron a la fábrica y arrestaron a todo el que trataba de hablar. 150 trabajadores fueron arrestados en el cambio de turno. A pesar de esta presión muchos no acudieron a trabajar.

Por otra parte, la huelga en la otra gran fábrica textil del delta del Nilo, Kafr el-Dawwar, fue cancelada por los líderes sindicales bajo grandes presiones por parte de la seguridad del Estado, pero cientos de trabajadores se manifestaron antes de los turnos de la mañana y de la tarde. El 60% de los empleados no acudieron a la empresa Tora Cement. Los que fueron a trabajar tomaron parte de una protesta de una hora. Más del 50% de los trabajadores de Grain Mill no se presentaron a trabajar. Cerca de 3.000 trabajadores de la fábrica Samanoud Felt hicieron huelga, al igual que algunos trabajadores del Ministerio de Agricultura, mientras que 500 trabajadores del transporte fluvial se concentraron para protestar.

Escuelas vacías

Algunos trabajadores profesionales, incluidos doctores, abogados y periodistas, se manifestaron en El Cairo. Concentraciones de entre pocos cientos y 2.000 estudiantes tuvieron lugar en muchas universidades. Las escuelas en El Cairo estuvieron vacías al dejar los padres a los hijos en casa. No está claro si esto fue en apoyo a la huelga, por temor a la violencia de las calles o a causa de una tormenta de arena. Las calles estuvieron inusualmente tranquilas.

Dondequiera que los manifestantes trataron de reunirse, en El Cairo y en las universidades, se les trasladó inmediatamente. La policía antidisturbios fue atacada con botellas de cristal y trozos de madera en un enfrentamiento en el edificio del Colegio de Abogados contra cientos de intelectuales y activistas.

A pesar del limitado número de trabajadores que parecen haber tomado parte y a pesar de las severas represiones, su cantidad y los puestos que ocupan, muestran la creciente tensión social. Más trabajadores están preparados para tomar parte. Profesionales, estudiantes y jóvenes de clase media muestran simpatía por ellos. Muchos están mostrando gran valentía a la hora de enfrentarse a los matones de Mubarak.

Al día siguiente, 7 de abril, hubo más enfrentamientos con la policía en Mahalla. A las 4 de la tarde empezó una manifestación de 2.000 personas que fue creciendo, con informes finales que hablan de 40.000-50.000 participantes. Las consignas eran a favor de la liberación de los arrestados del día anterior y contra el gobierno. La policía utilizó altavoces, gases lacrimógenos, pelotas de goma y munición real para mandar a la gente a casa, desalojando las calles a las 10 de la noche. Hubo 300 arrestados.

El gobierno temía que las manifestaciones en Mahalla continuaran creciendo, se extendieran a otras ciudades o hubiera una escalada en la violencia. Su peor pesadilla sería una revolución egipcia de "color", dónde el poder se desplazara hacia el movimiento de masas en las calles, como en el Líbano o en muchos de las antiguas repúblicas soviéticas, pero esta vez con la clase trabajadora desempeñando un papel dominante. Al día siguiente el Primer Ministro Ahmed Nazif fue a la fábrica y anunció un bonus de ¡30 días de salario! "Sabemos que Mahalla está sufriendo y que ha pasado por muchas crisis", dijo a los trabajadores.

Los trabajadores de la sala vitorearon a Nazif, pero muchos otros se mantuvieron escépticos ante sus promesas. "Lo que Nazif ha dicho, se lo hemos oído a todos antes, ¿qué hay de nuevo? No tienen ni idea de cómo sufrimos aquí", dijo uno de los trabajadores de la fábrica cuyo sueldo mensual de 34$ no es suficiente para alimentar a sus cuatro hijos.

Elecciones

El 8 de abril se celebraron también las elecciones para elegir los 52.000 concejales, pospuestas desde el 2006 para permitir la represión sobre cualquier oposición. Después del éxito de los Hermanos Musulmanes en las elecciones del 2005, Mubarak cambió la Constitución para que los futuros candidatos presidenciales necesitaran la nominación de 10 concejales en cada provincia. Estos amaños pretenden favorecer la elección del próximo candidato del NDP, probablemente el hijo banquero de Mubarak, Gamal.

Una gran campaña de represión se libró contra el principal partido de la oposición (ilegal), los Hermanos Musulmanes (HM). En el período previo a la elección fueron arrestados 800 miembros de los HM y a 10.000 se les impidió presentarse como candidatos. De no poder presentar a sus candidatos a las elecciones, los HM llamarán al boicot de las mismas.

El 90% de los puestos tenía ya un candidato del partido gobernante de Mubarak, el Partido Nacional Democrático (PND). Aun así, hubo numerosos informes de fraude. Los militantes de los derechos democráticos estiman que sólo el 2% fue a votar. Sin embargo en Mahalla ocho candidatos del NDP se retiraron el día de las elecciones sin duda para reducir la tensión, despejando el camino para los candidatos de los partidos pequeños.

Durante la preparación de la huelga del 6 de abril, los líderes de los HM se fueron concentrando y tratando de meter a sus candidatos dentro de las papeletas. Como en las huelgas anteriores, dieron todo su apoyo y no hicieron intentos de apoyar las acciones independientes de la clase trabajadora. Hay informes de las críticas hechas por sus miembros estudiantes por esta falta de apoyo.

Desde la huelga ha habido cientos de arrestos incluyendo a George Ishaq, líder de Kifaya, junto con otros 50 miembros de ese grupo. Las manifestaciones han continuado delante de la central de policía de Mahalla pidiendo la liberación de los capturados.

Kifaya y otros han llamado de nuevo a una huelga general el 4 de mayo durante el 80º cumpleaños de Mubarak. El 6 de abril se mostró que hacer una huelga general necesita más que mensajes de texto y mensajes en Facebook, aunque son importantes porque apoyan la difusión, especialmente entre los jóvenes. Las reuniones y las manifestaciones necesitan ser organizadas en las fábricas y en las oficinas, con medidas para defender a los organizadores de las fuerzas de seguridad. Se deben formar comités de lucha para preparar la huelga general y reforzar el apoyo, si es necesario operando clandestinamente.

Estas reuniones deberían aumentar el apoyo a un programa de peticiones: un salario digno con subidas vinculadas a la inflación, trabajos, sistema sanitario y educación gratuitas para todos. Unido a esto deberían estar el derecho a organizar sindicatos independientes que rindan cuentas sólo a sus miembros y el derecho a la huelga; el derecho a manifestarse y a reunirse libremente, y el derecho a organizar partidos políticos; para elecciones libres a un parlamento democrático se tendrían que llevar a cabo medidas en los intereses de la clase trabajadora y de los pobres.

Una huelga general que paraliza un país, incluso por un día, desafía el derecho capitalista a gobernar. Potencialmente esto plantea la pregunta del poder de la clase trabajadora y como puede salir victoriosa en la lucha contra la clase dirigente.

Un Egipto socialista

El capitalismo significa un aumento de la pobreza para los trabajadores egipcios, millones de los cuales se encuentran literalmente en la miseria. Mientras tanto la clase dirigente vive una vida de lujo, pagada por los trabajadores y sus familias. Las peticiones para alcanzar unos niveles de vida decente y derechos democráticos se deben unir a las peticiones por un programa socialista de propiedad pública y control democrático de los trabajadores de las grandes compañías y bancos, a fin de que la economía pueda ser planificada por y en interés de los que crean la riqueza de Egipto. Un Egipto socialista inspiraría a los trabajadores de Oriente Medio, del Norte de África y de más allá para adoptar medidas parecidas.

La tarea por delante que queda a los trabajadores y a los jóvenes es analizar las lecciones de los últimos acontecimientos, elaborar un programa revolucionario para un cambio socialista vinculado a la actual comprensión de las masas trabajadoras, construir un partido para hacer campaña para este programa y ganar el apoyo de la poderosa clase obrera egipcia.