La Orquesta Juvenil de Simón Bolívar

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO on 4:16


Un vistazo de lo que es posible


Tony Saunois, CIT Londres
http://mundosocialista.net


Desde el 14 hasta el 18 de Abril, la Orquesta Juvenil de Simón Bolívar está viviendo la orilla sureño de Londres. Por toda la semana esta orquesta increíble ha tocado conciertos y organizado discursos los cuales han cautivado a audiencias repletas. Se los habían agotado los boletos desde hace meses. Los que tenían la suerte de conseguir un asiento han sido fascinados por lo que sólo se puede describir como presentaciones sensacionales por los músicos jóvenes venezolanos de los cuales ninguno tiene más de 26 años de edad. De acuerdo con algunos críticos, la Orquesta Juvenil Bolivariana está estremeciendo el mundo de la música clásica y, junto con su director joven estrello, Gustavo Dudamel, algunos se han atrevido de describirlos como los “salvadores” de la música clásica, atrayendo una nueva generación. Es posible que algunos de estas declaraciones sean exageradas. No obstante, lo que ha salido de esta orquesta juvenil definitivamente ha provocado un terremoto en el mundo de la música. Experimentando uno de sus conciertos muestra sin duda el talento y energía humano vasto que existe si puede ser cultivado y liberado. La orquesta, parte de un programa de educación musical lo cual incluye casi 250.000 estudiantes, está compuesta enteramente por jóvenes de la miseria de los barrios venezolanos—muchos llegan al programa con poco o sin la capacidad de leer.

Es imposible mirar uno de estos conciertos y no quedarse asombrado por la imaginación, creatividad y entusiasmo eléctrico mostrado por ambos el director y la juventud de los barrios pobres de Venezuela. Esta orquesta juvenil es como ninguna otra cuando se trata de comunicar la vitalidad y el entusiasmo a su audiencia.


La escena fue tan llena como el auditorio con cerca de cincuenta músicos—apenas la mitad de lo que tiene una orquesta sinfónica normal. Esto inevitablemente hace el trabajo del director, Gustavo Dudamel—quien tiene sólo 28 años—de coordinar todos los músicos, aún más difícil. Pero si lo hace y comunica una energía increíble y el espíritu de una esfuerza colectiva de un equipo. Esto es una fuente de orgullo para él y la orquesta y también de motivación e inspiración. La atmósfera creada por Dudamel y los jóvenes es eléctrica. En un momento—visto desde el punto de vista de los asientos del choro atrás de la orquesta—el parece haber parado de dirigir con sus brazos y manos y sólo indica a los músicos relevantes mediante un movimiento sutil de la cabeza y los ojos mostrando una confianza verdadera en los jóvenes delante de él para mostrarles su propia capacidad.


Abriendo con el Concierto de Bartok para Orquesta lo cual, cuando su inicio lento cobra vida mediante la docena de bajos, parece ser algo realmente amenazador. La pieza entera sigue subiendo hasta que llegue al movimiento final, lo cual está actuado a una velocidad enorme pero con una facilidad notable.


Luego, esto está superado por la segunda pieza—la Cuarta Sinfonía de Tchaikovsky—la cual es una exhibición para todos del talento de la orquesta. La Orquesta Juvenil Bolivariana da un concierto sin par. Justo cuando piensas que se ha pasado el colmo, cambian a chamarras y buzos de la bandera de Venezuela y todo el tono cambia mientras dan la Ginastera y luego el mambo de la Historia del Lado Oeste. Todo al movimiento de los músicos; ellos se paran y se sientan mientras tocan, muevan sus instrumentos por todos los lados y por fin lanzan sus chamarras a la audiencia.


Otras presentaciones incluyen un concierto 'por los músicos'. Cuatro piezas separadas—primero un trío de cuernos de basset, luego un cuarteto de cuerda, seguido por un conjunto de flautas, todo llevado al clímax por el conjunto de bronces y percusiones. Todas las piezas de músicas están escogidos por los mismo músicos quienes las introducen explicando la gran importancia que significan para ellos. El uso explosivo de los bronces y las percusiones destacando las obras de Handel, Wagner y más música de la Historia del Lado Oeste hace que el concierto sea algo más que un concierto clásico. El sentido de equipo, esfuerzo colectivo y éxito salta a cada vuelta. Las risas, guiños, saludos, puños de orgullos que se fueron pasados entre los músicos y también el director reflejan el espíritu tremendo de equipo engendrado entre los jóvenes. Incluso una cierta competencia entre los varios bateristas es evidente. No existe una atmósfera estirada, arrogante y formal cuando el director se apura a abrazar la baterista principal después de una pieza particularmente difícil o cuando los trompetas se paran para marchar por la escena.


Las presentaciones de los músicos talentosos están enriquecidas con el conocimiento de dónde vienen ellos y lo que han logrado. Casi todos han sido extraídos, analfabetos o semi-analfabetos, de los barrios pobres de Venezuela. 75% de los que están involucrados en el programa vienen de familias oficialmente pobres. En los barrios pobres, plagados con drogas, alcoholismo, violencia y pobreza los que están en este programa sin duda han visto sus vidas y aspiraciones transformadas. Han sido inscritos en un programa, llamado el Sistema Venezolano de Orquestas de Jóvenes y Niños—pero conocido sólo como El Sistema. Fue iniciado hace más de treinta años en un garaje local y hoy en día recibe el financiamiento del gobierno. Su fundador, José Abreu, pone una gran importancia a la necesidad de la participación de la comunidad, motivación, colaboración entre los equipos y la promoción de la liberación de talentos escondidos. Ahora, involucra hasta un cuarto millón de jóvenes en un sistema de orquestas pre-escolares (edades 4-6), noventa orquestas de colegios (7-16 años de edad) y 130 orquestas juveniles (16-20 años). Mientras cada estudiante se pasa al próximo nivel, ellos enseñan el nivel directamente abajo junto con uno de los 15.000 maestros involucrados en el programa.