FRANCIA: “París 2012 está a siete años de distancia, nuestros salarios importan hoy día”

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO on 20:07

Un millón de personas se tomaron las calles exigiendo mejores salarios y contra el alargamiento de la semana laboral.

Karl Debbaut, CIT, Rouen.17Marzo, 2005.

Miércoles, 10 de marzo, fue el tercer día de huelga general de un día y manifestaciones en Francia este año. La jornada comenzó con masivas manifestaciones en el Sur de Francia, en Toulouse y en Marsella, donde 100,000 personas salieron a las calles en la mayor manifestación del día. El Norte cerró filas con manifestaciones en Paris, Lille y Estrasburgo.

En todas partes se veía lo mismo. Trabajadores de empresas privadas se unían a sus colegas del sector público alrededor de tres demandas principales: contra la abolición de la semana de trabajo de 35 horas, en defensa de los servicios públicos y contra la erosión de los salarios.

A diferencia del resto de Europa nada de estas huelgas y acciones hubiese sido informado en Gran Bretaña si no hubiesen coincide con la visita del Comité Olímpico Internacional que visitaba Paris como una de las ciudades candidatas para organizar las Olimpiadas de 2012. Parte de los medios de comunicación franceses acusaron a los sindicatos de poner en peligro la postulación parisina. Activistas de Force Ouvrière, una de las centrales sindicales. Llevaban carteles en los que se leía “Paris 2012 está a siete años de distancia, nuestros salarios importan hoy día”

La mayor movilización

La movilización del día 10 fue la más importante desde la primavera de 2003 y las grandes batallas contra la reforma de las pensiones del gobierno derechista de Raffarin. De acuerdo con los sindicatos más de un millón de personas participaron en 150 manifestaciones, el doble de las que participaron el anterior día nacional de acción el sábado 5 de febrero, y esta vez la protesta tuvo lugar en un fin de semana. Los contingentes unieron manifestantes que habían estado en la calle antes en la semana para defender sus demandas específicas. Gran número de estudiantes secundarios se unieron a la protesta o se apostaron a lo largo de las rutas para apoyar a los manifestantes. Dos días antes más de 160.000 estudiantes se levantaron contra la llamada “reforma” de la educación. Investigadores científicos, de los cuales 5.000 marcharon el día antes en Paris, se unieron con los trabajadores de la industria, correos y profesores. Veteranos de muchas manifestaciones y luchas de clase se unieron con jóvenes trabajadores y estudiantes de enseñanza media en su primera manifestación.

La clase trabajadora se une.

Anne, una trabajadora del servicio público por 14 años en Estrasburgo con un salario mensual de 1,400 euros incluyendo bonos, explicó, “Estoy aquí para defender las 35 horas semanales, el derecho al trabajo y los servicios públicos. Estoy aquí para decir no a los cierres de las oficinas de correo y los colegios. Normalmente es excepcional que yo participe en una huelga pero tomando en cuenta lo que está en juego estoy lista para hacer huelga por dos o tres semanas. Soy muy afortunada que no tengo hijos y que gano más que el salario mínimo, pero conozco mucha gente que no puede encontrar ni siquiera un trabajo de jornada parcial. A los que están trabajando se les ha solicitado que trabajen más largas jornadas por el mismo salario. El gobierno debería parar de tratarnos como idiotas. Todos los gobiernos no solo el de Raffarin sino todos los que hemos tenido en los últimos 30 años”.

Hay una gran indignación por los intentos de los patrones de introducir jornadas de trabajo más largas. Pero muchos trabajadores no han olvidado la experiencia a menudo realmente amarga de la introducción de la jornada de las 35 horas por el último gobierno de la “izquierda plural” dirigida por el Partido Socialista, el Partido Comunista y los Verdes. En muchos casos la jornada semanal de 35 horas fue utilizada por los patrones para introducir una flexibilidad salvaje en el sector privado. En Renault, por ejemplo, producían 6.000 coches en cinco días de trabajo antes de la introducción de la jornada seminal de las 35 horas, ahora producen la misma cantidad en cuatro días y con la misma cantidad de trabajadores. La semana de 35 horas ha afectado a trabajadores de azul y de cuello blanco por igual. Didier, técnico de Renault en Guyancourt: “Los trabajadores de cuello blanco están hartos de terminar de trabajar su jornada a las 11 de la noche solo para ver que no hay contratación de nuevos trabajadores. El año pasado Renault ganó 3.5 billones de euro después de pagar impuestos, y la dirección nos ofreció un incremento real de salarios de 1.53% en 2005.”

“Solo un movimiento de masas puede cambiar las cosas”

Mientras el gobierno de Raffarin ha proseguido una ofensiva sin tregua contra las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores y los jóvenes, las principales compañías han hecho ganancias record. Mientras el número de trabajadores y desempleados que encuentran difícil llegar a fin de mes esta creciendo, la elite política aparece en los encabezados de las noticias con escándalos financieros. El desempleo oficial alcanzó el 10% el mes pasado, la mayor cifra desde febrero de 2000. La única “oferta” que el gobierno francés está dispuesto a hacer es la promesa de invertir 1.4 billones de euros en un intento de extender el sector de bajos salarios en la economía combinado con iniciativas para hacer la contratación y el despido más fácil. Jean Luc, un trabajador de una imprenta cerca de Lille: “Estamos preocupados por el futuro de nuestros niños. Las leyes laborales están siendo pasadas a llevar. Pronto podrán despedir 30 trabajadores de una vez sin aviso. La industria metalúrgica y textil están liquidadas. Los nuevos trabajos son por el salario mínimo y ellos siguen diciendo que es muy caro… Me gustaría ver que esta tarde los apáticos, la gente que está sola en sus casas, insegura y metidas en ellas mismas nos miren en sus pantallas de televisión. Solo un movimiento masivo puede cambiar las cosas. Si nos permitimos quedarnos dormidos, nos entregamos”.

Izquierda Revolucionaria

Gauche Révolutionnaire (Izquierda Revolucionaria), el CIT en Francia, hizo una excelente contribución a las diferentes manifestaciones y protestas. Aunque nuestras fuerzas son pequeñas la cantidad de trabajo que desarrollamos testifican el crecimiento de nuestra organización en Francia. Estuvimos presentes en seis ciudades incluido Paris. Lille, Rouen y Marsella. Nuestros panfletos llamaban al levantamiento de asambleas generales en todos los lugares de trabajo para organizar la próxima fase de la lucha. Llamamos a la preparación inmediata de una huelga general de los sectores públicos y privado de 24 horas. Nuestra contribución política fue bien recibida incluida nuestra insistencia de crear un partido de lucha de la clase trabajadora, capaz de organizar y unir las experiencias y luchas de los trabajadores, los desempleados y la juventud. Un partido que pueda defender una alternativa real a este sistema que solo sirve a los patrones. Un partido así lucharía por una sociedad en la que los principales y determinantes sectores de la economía sean puestos bajo el control y la gestión de los trabajadores, una sociedad socialista para satisfacer las necesidades de todos en lugar de los de una pequeña minoría.