A UN AÑO DEL ATENTADO AL WORLD TRADE CENTER Y AL PENTÁGONO EN USA

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO on 19:47

Guerra inminente en Irak ¡¡No a la Guerra contra Irak!!

Peter Taaffe, Socialist Party, sección británica del Comité por una Internacional de los Trabajadores. 25/09/02.


Miles de personas en una encuesta realizada en el último tiempo han nombrado al ataque de hace un año al Centro del Comercio Mundial y al Pentágono el once de septiembre del 2001 en USA, como el evento más conmovedor de la historia mundial. Esto es claramente una exageración.

Muchos sucesos en el ultimo siglo -dos guerras mundiales, una serie de revoluciones y contrarrevoluciones, y principalmente la revolución rusa de octubre de 1917, que sin duda es el mayor suceso en la historia de la humanidad- han sido puntos de inflexión mucho más determinantes para la humanidad que los sucesos del 11/9 en USA.

No obstante, esta votación simplemente refleja como el 11/9 se ha grabado en la conciencia popular a nivel mundial. Después de esto, aparentemente el mundo parecía haber cambiado absolutamente. Pero en la realidad este evento marca principalmente y con mayor profundidad una tendencia mundial anterior, es decir la aplastante dominación del imperialismo norteamericano como única super potencia militar y económica.

Los ataques terroristas del 11de septiembre permitieron a la clase dominante norteamericana elevar enormemente su gasto militar, en el 2003 gastará en defensa una suma superior al presupuesto combinado de los 15 estados que le siguen. Tiene una superioridad nuclear aplastante, la mayor fuerza aérea del mundo, y el único con una armada militar en altamar. [The Foreign Matters, Julio/Augosto 2002].

Es más, la cantidad gastada en la investigación y desarrollo militar es tres veces superior a la suma que gastan las seis potencias que le siguen. Medios que seguirá desarrollando y que deja atrás a cualquier rival.

Tiene una primacía incomparable en las comunicaciones avanzadas y tecnología de información, reflejadas en una exactitud en las coordenadas de ataques e información del campo de batalla, destruyendo los blancos desde grandes distancias con una precisión extraordinaria.

Esto quedo demostrado en el resultado de la Guerra Afgana, donde con alta tecnología dio una victoria militar al imperialismo norteamericano y sus aliados.

El ataque del 11 de septiembre le dieron al régimen de Bush la excusa para comenzar con una brutal ofensiva militar del imperialismo americano, combinado con medidas represivas contra los derechos democráticos y civiles dentro de los EEUU, bajo la premisa de "la guerra contra el terrorismo", y que llevo de inmediato a la guerra de Afganistán.

Irónicamente dos fuerzas del fundamentalismo religioso se confrontaron; el régimen taliban/al-Qa´ida de una parte, y el gobierno de Bush -basado en un poderoso eje de cristianos de extrema derecha aliado al fundamentalismo israelí de EEUU- por el otro.

UN SISTEMA AGRIETADO

El gobierno de Bush y el sistema electoral que lo sustenta, están basados en una minoría electoral -pues la mayoría no voto en las elecciones- y tiene algunos paralelos con la antigua Roma. Entonces, votaban solos los "privilegiados", mientras la parte más productiva de la sociedad, los esclavos, era militarmente reprimida y puesta en jaque. Hoy, sectores significantes de la clase obrera y particularmente los más pobres han perdido el interés en votar. Su voz, sobre todo en las elecciones, no se oye.

Incluso antes de la " elección " - en la practica, un golpe inconstitucional - de George Bush, este sistema político venia agrietándose profundamente, con grandes peligros, consecuencias imprevistas y potencialmente desastrosas para la clase dominante americana. Esto es hoy una realidad con las medidas implementadas por Bush luego del 11 septiembre.

Bajo la bandera de "guerra contra el terrorismo" la ofensiva de la clase dominante intenta dar un nuevo y explosivo golpe bajo contra la sociedad americana.

El unilateralismo del imperialismo reafirmo un espacio perdido en el pasado. Obligado a replegar sus fuerzas en las Filipinas hace diez años, hoy se da el retorno a sus antiguas bases militares como el campo de aviación Clark y la base Subic Bay, bajo la premisa de luchar "contra el terrorismo".

Ha establecido en Asia Central una " base semifija ", particularmente en Uzbekistán. Hoy tras los tiros de un Afganistán de posguerra, aun pretende aumentar su presencia militar en la zona. Un Senador norteamericano ha dicho que esto significara probablemente la presencia de por lo menos unos 75.000 efectivos militares en Afganistán durante los próximos 10 años, a la vez que se ha fijado una fuerte inyección económica al gobierno de Karsai. Pero esto no resolverá los problemas subyacentes de pobreza y los conflictos tribales y étnicos que llevaron a la asunción de los Talibanes hace algunos años. Estos gastos, sin embargo se verían reducidos en caso de una invasión de EEUU a Irak. Los preparativos para la guerra crecen, y estos disminuyen, y luego crecerán de nuevo, casi tanto -incluso con fuertes pérdidas- como las fluctuaciones en los precios de las acciones en Wall Street.

A principios de agosto el Demócrata Joseph Biden, director del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que la invasión a Irak es "ahora probable". Pero una semana después el líder de la mayoría Republicana en la Cámara de Representantes daba pie atrás diciendo que el "no creía que un ataque contra Irak fuera justificado sin mediar alguna provocación".

UNA CRECIENTE OPOSICION

Desde entonces los contrarios a la invasión han reclutado el apoyo de personajes como Henry Kissinger, un guerrero de la Guerra Fría y coautor de la carnicería contra el pueblo chileno en 1973, que ha salido al paso contra los planes de invasión.

De hecho, todos los consejeros de George Bush padre durante la guerra del Golfo se oponen a una invasión y piden cautela a los planes de su hijo. Además los gobernantes reaccionarios árabes -Bahrain y otros- se han opuesto públicamente a una invasión.

Ellos temen -correctamente- levantamientos masivos en el Medio Oriente que producirían su derrocamiento.

Obscenamente, Bush en la seguridad de un campo de golf señalo "yo llamo a todas las naciones para que hagan todo que puedan hacer para detener a estos asesinos terroristas. Gracias, ahora continuare con mi paseo".

El secretario de defensa de este loco, Donald Rumsfeld ha ampliado el teatro terrorista para incluir previamente a los aliados del imperialismo norteamericano en Medio Oriente, como el régimen teocrático de la feudal Arabia Saudita quien ha retirado billones de dólares de inversión de los EEUU. Rumfeld justifica la permanente ocupación de los territorios palestinos por parte de las fuerzas israelitas desde la guerra de 1967. Este se refirió a los territorios ocupados como "bienes raíces legítimamente obtenidos tras una guerra, e Israel debe defenderlos". Esta es una clara concesión a los fundamentalistas judíos en Norteamérica y de los cuales los Republicanos esperan ayuda para llevarlos a la victoria en las elecciones -a mitad del periodo- en noviembre.

Tales declaraciones belicosas provocaron algunas reacciones en los aliados del imperialismo americano. Los capitalistas de Europa casi unánimemente - a excepción de Berlusconi en Italia y Aznar en España- han condenado el ataque contra Irak.

Schroeder, mientras enfrenta comicios generales en Alemania en septiembre, se ha distanciado públicamente de Bush. Incluso Blair que ha tenido una posición de fidelidad, a través de su Canciller Jack Straw, busca distanciar al gobierno de la invasión americana mientras esta no cuente con un acuerdo previo de la ONU y el envío de inspectores a Irak. Esto es en parte determinado por la conciencia de que una invasión pueda hundir al gobierno Laborista de arriba abajo. Robin Cook y de Clare podrían renunciar, y dentro del propio Partido Laborista existe mucho rechazo a la invasión a Irak. Algunos comentaristas especulan que el Gobierno de Blair podría derrumbarse por una combinación de eventos; su apoyo a una invasión de Bush, manifestaciones en el referéndum del euro y la oposición de los sindicatos.

LA GUERRA POR EL PETROLEO

No es cierto sin embargo que una gran y creciente oposición a una guerra americana contra Irak dejaran al Gobierno de Bush fuera de cuestionamiento. A pesar de que existe una poderosa presión que clama por una guerra.

Como nunca antes en la presidencia norteamericana, la administración Bush esta tras los pozos de petróleo y oligopolios de gas. Por lo tanto la situación post-Saddam alimenta el hambre sobre la segunda reserva de petróleo más grande del mundo, a lado de Arabia Saudita.

De hecho, las declaraciones de Rumsfeld contra Arabia Saudita, probablemente se conectan con las perspectivas de los Republicanos; que un resultado favorable de la guerra contra Irak puede significar una menor dependencia del petróleo Saudita y su reemplazo por el abundante suministro en los campos de petróleo de Irak.

Pero ellos parecen olvidar que una invasión a Irak puede encender al Medio Oriente y producir entre otros efectos el derrocamiento del régimen Saudita por uno aun más fundamentalista.

Entre esta capa existe una ignorancia impresionante de las probables repercusiones de una invasión. Dentro de los EEUU y principalmente en Bretaña y Europa, los "expertos en política exterior" advierten a Bush que estos preparativos de guerra "rayan en la fantasía".

Las causas para tal guerra son según se alega el "potencial" de Sadam de adquirir armas de destrucción masiva. Sin embargo, cuando John Pilger señala que fue el imperialismo norteamericano quien proporciona a Saddam este potencial; "Un documento del senado en 1994 informaba del traslado a Irak de los ingredientes para la fabricación de armas biológicas, botulismo desarrollado por una compañía de Maryland autorizado por el Departamento de Comercio y aprobado por la Secretaria de Relaciones Exteriores. El ántrax también fue proporcionado por laboratorios públicos Británicos" (New Goberment of the World).

Es mas, una guerra podría provocar el mismo efecto al que se quiere combatir, es decir el uso de armas de destrucción masiva. En la Guerra del Golfo al parecer Saddam contemplo esta idea -el uso de armas biológicas y químicas- pero no lo hizo porque EEUU no entro en las ciudades para forzar a su derrocamiento.

Ahora la política llevada adelante por Bush es "el cambio de régimen”, el derrocamiento de Saddam. Esto probablemente lo llevara a utilizar armas biológicas y químicas, por ejemplo contra Israel. ¡Ya los israelitas están acumulando mascaras antigases y el gobierno de Sharon ha advertido que un ataque biológico o químico contra Israel podría provocar la caída de Bagdad!

LAS ANTERIORES BATALLAS DE BUSH

Las perspectivas de guerra y sus consecuencias producen pánico entre los estrategas más serios del capitalismo. The Financial Times se quejo en julio: "Nunca en el ámbito del conflicto humano, una guerra que afecta a muchos había sido planeada por tan pocos".

Dando una explicación ellos especulan que una presión permanente podría llevar a que Saddam comience ha hacer concesiones. Pero esto solamente refleja la lucha al interior de la presidencia de Bush. Los generales junto a Collin Powell se oponen a una guerra, mientras las posiciones mas a la derecha de los Republicanos, representadas por el Vicepresidente Dick Cheney y Rumsfeld -claramente dominante en la administración Bush- golpean los tambores de guerra.

The Financial Times advirtiendo a Bush para que restringiera su agenda a la presencia de inspectores de la ONU en Irak, también dijo": Bush podría recordar que durante la crisis de los misiles, el ejercito americano quizo invadir Cuba, mientras que la administración Kennedy insistió en la meta de sacar los misiles soviéticos de la isla. Pero este no es el debate hoy día, pues los papeles parecen haber sido invertidos".

Una guerra contra Saddam no será una repetición de la Guerra del Golfo o la invasión a Afganistán. Inicialmente los partidos Kurdos han señalado que ellos no fueron preparados para actuar, como si lo hicieron las tropas norteamericanas con la Alianza del Norte en Afganistán. Hoy, luego de una visita a los EEUU, algunos se disponen a actuar junto al imperialismo americano en una invasión.

El calculo de ellos es que esto reforzaría las aspiraciones de autonomía Kurda en un régimen federal post-Saddam. Por esto Ecevit , primer ministro Turco y el ejercito de este país, temen las repercusiones de esta acción, con un resurgimiento de la oposición Kurda dentro de Turquía y se han opuesto a la guerra. Han amenazado con movilizar sus tropas a la frontera con Irak, si se concreta.

Basta conocer esta oposición a la guerra contra Irak para saber que no existe ninguna visión clara de cómo seria un régimen pot-Saddam. Un 60% de la población Iraquí son Shias; el resto es Kurdo en el norte y Sunni Arabes en el centro.

No es difícil imaginar entonces el gran conflicto interno, con la posibilidad de resurgimiento de Shia como régimen dominante. Por otro lado una situación de inestabilidad con un régimen "Saddamista" sin Saddam (con otro dictador militar) puede resultar en una guerra interna.

EL IMPACTO ECONOMICO

La oposición a la guerra dentro de la población americana también ha subido dramáticamente. Un 47% se opone a una invasión de Irak ahora, comparada con el 74% en favor en noviembre del año pasado. Incluso el jefe del Cuerpo Marino americano que será pronto el Comandante Aliado Supremo de la OTAN condenó el plan para atacar a Saddam como " ridículo".

En el evento de una guerra, indudablemente habrá una "reunión alrededor de la bandera" e inicialmente es probable que aumente el apoyo. Pero aun hoy esta oposición va en crecimiento, y probablemente sea la razón por la cual Bush ha hablado últimamente de "paciencia".

Pero el tiene un ojo puesto en las próximas elecciones, que hasta hace algunos meses atrás parecían asegurarle una mayoría Republicana en ambas casas tras los atentados del 11 de septiembre. Sin embargo la inestabilidad mundial y los efectos de la crisis económica dentro del propio EEUU han despertado serias dudas con los optimistas pronósticos de los estrategas Republicanos hasta hace poco tiempo atrás. La perspectiva hasta cierto punto ha recompuesto estos pronósticos.

La oposición creciente a la guerra, la profunda incertidumbre que barren los EEUU y la profundización de la crisis económica han llevado a un aumento de las protestas. Miles de personas protestaron frente a una cena Republicana a la que asistía Bush en Portland, Oregon. Este animo crecerá en caso de guerra, y aun cuando la invasión a Irak no tenga lugar. Esto se debe a los efectos del retroceso económico en los EEUU con perdida de fuentes laborales y en los niveles de vida.

Los capitalistas americanos encabezados por el presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, están intentando desesperadamente acelerar la economía para ayudar y mantener a Bush en la presidencia. Greenspan ha dicho, contrario ala situación de 1996, cuando había abundancia irracional en los EEUU, ahora esta padeciendo un "desaliento irracional". ¡La única constante en EEUU al parecer esta en la irracionalidad del capitalismo!

Pero por más frases que se digan, es improbable rescatar a la economía norteamericana de un retroceso de doble zambullida. El padre de Bush gano una guerra en el Golfo, pero el resultado fue una espiral de precios del petróleo que produjeron un retroceso de doble zambullida a principio de los 90, y que a su vez llevo a su salida de la Casa Blanca. El mismo destino enfrenta su hijo sobre la base de sus actuales políticas y el desarrollo en la economía americana.

El imperialismo americano no es solamente un poderoso dominio militar, es también el motor económico del capitalismo mundial. La economía americana es actualmente dos veces más grande que Japón su más cercano competidor. Incluso la economía de California ha crecido para transformarse en la quinta más grande del mundo hoy, sobre Francia y tras Bretaña.

En 1999 EEUU atrajo un tercio del flujo mundial de inversiones directas extranjeras. Su propio predominio asegura que todas las contradicciones políticas y económicas, podrán retroceder en el próximo periodo con consecuencias sociales y económicas profundas.

Tras el 11 de septiembre, la clase dominante americana creyó que virtualmente podrían hacer algo dentro de EEUU y a nivel mundial. Con su poder podría intervenir para intimidar a sus antagonistas. Sin embargo el conflicto Arabe-Israeli demostró los límites de este poder, con los EEUU incapaz de imponer cualquier solución duradera.

El problema de Irak, con o sin guerra, también refleja que la clase dominante americana simplemente no puede actuar sin tomar en cuenta la oposición mundial e incluso dentro de sus propias fronteras.

Una consecuencia del 11/9 han sido los esfuerzos de Bush por establecer una vieja aspiración republicana -que no realizaron ni su padre, ni Reagan-, la del llamado "estado de seguridad nacional". Que significo el restablecimiento de "la autoridad" de la presidencia, la dominación del poder ejecutivo sobre el legislativo.

Esto se logra por un corto periodo tras el 11/9. Evocando lo peor del autoritarismo e incluso con influencias dictatoriales del periodo de la Guerra Fría, Bush paso sobre el Congreso, en parte debido a la posición subordinada de los Demócratas.

Cualquiera que fuera considerado sospechoso fue arrestado, a veces con cargos ficticios por ayudar o estar envuelto en actividades terroristas. Unos mil ciudadanos norteamericanos de origen árabe están en las cárceles del país. Recientemente un juez determino que a ellos se les deben dar los derechos legales para la preparación de su defensa.

En otras palabras, el péndulo ha empezado a girar internamente contra Bush y esto también se reflejará en el plano internacional.

El periodo más dislocado en la historia humana se ha abierto desde ahora. El 11/9 trajo frases como " la guerra contra el terrorismo " y " eje de mal”. Cheney prometió una guerra de 50 años contra estos "enemigos". Desgraciadamente, como un comentarista en Asuntos Extranjeros señalo: se han luchado las " Guerras típicamente contra grandes amenazas (Alemania) por una buena razón y en donde pueden rendirse y pueden prometer no hacerlo de nuevo. Las Guerras contra los enemigos comunes (la pobreza, el crimen, las drogas) han sido menos exitosas.

LA OPOSICION DE LAS MASAS

En otros términos, la guerra de Bush ya es un fracaso. El terrorismo es el efecto de los más profundos problemas sociales, étnicos, religiosos o nacionales sin resolver en la sociedad. Precisamente es la pobreza, la desnutrición y todas las enfermedades causadas por el capitalismo podrido, lo que ha engendrado organizaciones terroristas en el pasado y hoy en día.

Antes del 11/9 ya se reflejaba el surgimiento de la dominación imperialista norteamericana. Él CIT advirtió que la relación de fuerzas se alteraría tras el 11/9, con ventaja para la clase dominante contra los sectores más empobrecidos y contra la clase trabajadora alrededor del mundo.

Sin embargo esto no significo que la clase trabajadora haya sufrido una derrota profunda histórica. Había límites a esta reacción, que ya están comenzando a disiparse con la presencia de fuerzas opuestas al imperialismo americano, particularmente por parte de la clase trabajadora.

El último año a demostrado el negro futuro que se promete a las personas activas bajo la continuación del capitalismo. Pero también ha demostrado la capacidad de lucha de los trabajadores. Hemos visto el derrumbamiento en Argentina, seguida por Uruguay y Brasil, con una profundización de la pobreza, el desempleo y paralización económica que atraviesan a estos países y al resto de Latinoamérica.

Por otra parte hemos visto como los trabajadores salen a la calle a protestar contra el capitalismo y lo que este representa. En Europa, las poderosas huelgas generales y días de protestas masivas o demostraciones en masa han tenido lugar en Italia, España, Portugal y Francia.

Si una guerra contra Irak tiene lugar, podría sostener temporalmente a Bush en la presidencia -aunque ni siquiera esto es seguro- pero al costo de minar al capitalismo americano en el mediano o largo plazo. Además, poderosas y masivas protestas anti-guerra recorrerán el mundo.

Incluso sin declarar la guerra contra Irak, una oposición masiva sé esta generando en sectores de la clase trabajadora y del pueblo norteamericano. Claro que un nuevo ataque terrorista parecido al del 11/9 podría atrasar cualquier proceso de radicalización. Pero si así fuese, no seria igual a la reacción post 11/9.

En particular son los gobernantes de EE.UU., Europa y Japón los responsables de las condiciones que llevan a estos ataques terroristas. Ellos y su sistema capitalista se sostendrán según la fuerza y solidez que valla adquiriendo el movimiento de los trabajadores a nivel mundial en el periodo al que estamos entrando.

El rechazo al capitalismo vera en el próximo periodo a los trabajadores y jóvenes acercarse a las ideas del socialismo y del marxismo.

Peter Taaffe, Socialist Party, sección británica del Comité por una Internacional de los Trabajadores. 25/09/02.