China: Cantón, violentos choques de año nuevo en protestas contra central eléctrica

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Masiva presencia policial acostumbrada a romper las protestas de pacíficos residentes



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2 de enero del 2009.



Los días finales del 2008 vieron una gran escala de protestas y choques con la policía en el barrio residencial del jardín Junjing, en Guangzhou. Jungjing está en el distrito de Tianhe de Guangzhou (Cantón), la capital provincial de Guangdong y la tercera ciudad más grande de China.


En la víspera de año nuevo más de dos mil residentes locales se reunieron en las calles, desafiando una masiva presencia policial, como parte de su lucha para impedir la construcción de una subestación eléctrica transformadora de alto voltaje. Los residentes en Jungjin, mayoritariamente propietarios de clase media, se han estado oponiendo al proyecto de la subestación desde 2006. Las autoridades locales enviaron una gran cantidad de policías anti-disturbios en el área durante la noche del martes, llevando a choques con los residentes y cerca de 10 arrestos. Ningunos de los medios locales de Guangzhou - considerados entre los más liberales de China - reportó sobre el incidente o la campaña de protesta en curso realizada por los residentes locales, que se plantea informalmente en el sitio Web www.junjing.net. Los medios de Hong Kong, sin embargo, han cubierto la historia.

Según residentes, el jardín de Junjing está entre los distritos residenciales top ten en Guangzhou, con una población actual de cerca de 40.000 personas. Las reglas de construcción para las subestaciones de alto voltaje estipulan que éstas deben estar por lo menos a 10 metros de edificios residenciales y sobre 50 metros de las escuelas. Los residentes dicen que la subestación emitirá fuerte radiación electromagnética que causaría un significativo daño a la salud humana. Esto alternadamente tendrá un efecto nocivo sobre los valores de la propiedad en el área, en un momento en que los precios de las viviendas están bajando agudamente, de todos modos. Por tanto, los residentes se han opuesto a la construcción de la subestación, han estado conversando con el gobierno local, han realizado una variedad de acciones de protesta y han estado publicando sus protestas on line.



En 2006, estas protestas tuvieron éxito en bloquear la construcción prevista. Sin embargo, a comienzos de diciembre, la empresa eléctrica China Southern Power Grid recomenzó la construcción del proyecto. El 13 de diciembre los residentes locales efectuaron demostraciones e intentaron ocupar el emplazamiento de la obra. El 30 de diciembre, la empresa eléctrica demostró su intención de continuar la construcción, por la fuerza, desafiando las protestas. Cientos de policías con equipo anti-disturbio, perros y cámaras de alta potencia, fueron desplegados por el gobierno local en una acción obviamente bien preparada. Los residentes se quejan de los métodos extremadamente brutales de la policía como el bloqueo de caminos hacia y fuera del districto, y también de las agresiones a los residentes. Defendida por una masiva presencia policial, la construcción comenzó en la mañana del miércoles, la víspera del año nuevo.



“Abajo con el fascismo”

Esa tarde del 31 de diciembre, cerca de dos mil personas ocuparon las calles, con algunos gritando “Abajo con el Partido Comunista”, “abajo con el fascismo” y “abajo con los diablos japoneses,” “vuelvan a Japón” – dirigidos a la policía [este insulto se origina en la ocupación japonesa de1930s-40s]. El gobierno local envió, según se informa, miles de policías antidisturbios y dispersó fuertemente las protestas, confiscando las pancartas de demandas [pancartas sobre las cuales más de 10.000 personas habían firmado sus nombres en oposición a la subestación], y arrestaron 20 personas. Según nuestro conocimiento, por lo menos diez de ellos todavía están en detención. Los testigos de la escena el 1 de enero señalan que la acción policial se volvió más y más represiva. Un residente escribió en un blog que: “La escena en aquel momento produjo una sensación muy escalofriante. Coches de bomberos, ambulancias, autos de policía, cientos de policías con escudos antidisturbios, bastones negros, perros… contra residentes locales desarmados. Hay una sensación, la sensación de ser violado y humillado.”