Bolivia: Asamblea Constituyente: condenada desde el principio

Solo una Asamblea revolucionaria controlado democráticamente por los movimientos sociales puede garantizar una constitución del pueblo

La Chispa, periódico CIT Bolivia, Cochabamba.

Septiembre 2007

En junio de 2005 luego de que los movimientos sociales hubiesen forzado la salida del presidente neoliberal, Carlos Mesa, el congreso (todavía controlado por la derecha) lanzó la propuesta de redactar una nueva carta magna, como una concesión para apaciguar la presión de los movimientos sociales.

En su afán, de rápidamente, crear la Asamblea Constituyente (AC) y cumplir una de sus promesas electorales, el gobierno descuidó detalles fundamentales. Sobre todo: 1) Lanzar la convocatoria estipulando los 2/3 en el sistema de votación. 2) Permitir la realización de la asamblea en Sucre en vez que en La Paz o El Alto.

El MAS, como gobierno reformista que busca lograr cambios por vías legales y no por la fuerza de los movimientos sociales, cedió en ambas concesiones porque no quiso enfrentarse con la derecha. Pero el costo a largo plazo ha sido enorme porque la derecha ha usado ambos temas como la base de su oposición en contra de la AC y en contra del gobierno en general.

Los 2/3: una estipulación anti-democrática que debería haber sido vencida desde el principio por la fuerza de los movimientos sociales

Los 2/3 siempre han sido una estipulación anti-democrática que permite que una minoría pequeña maneje la constituyente mientras la mayoría obrera, campesina, indígena y pobre carece del poder para conseguir cambios fundamentales a su favor. El MAS reconoció esto después de no haber ganado 2/3 de los constituyentes y trató de cambiarlo durante los primeros meses de la AC, pero fue demasiado tarde y esta acción permitió que la derecha usara el tema para decir cínicamente que el MAS es anti-democrático y que ellos son los defensores de democracia.

Desde el principio, el MAS debió haber insistido en la mayoría simple (51%) como forma de votación, explicando a la población que en democracia, la mayoría tiene el derecho de manejar el país mientras la minoría tiene todo el derecho de criticar y convencer a la mayoría. Debería haber revelado que la derecha estaba promoviendo una forma de votación anti-democrática porque a ella solo le interesa frenar el proceso de cambio.

La capitalidad: otro problema evitable que debería haber sido superado por los movimientos sociales desde el principio

Por otra parte el MAS no debió permitir que la AC se realizase en Sucre, como quería la derecha, en vez de El Alto o La Paz, como propusieron algunos sectores de los movimientos sociales, incluso del MAS. Ahora, porque la AC está en Sucre, la derecha puede atacarla y dividirla utilizando el tema de la capitalidad, movilizando en la misma ciudad, sectores en contra la AC que antes no estaban aliados a la derecha. Incluso la derecha está usando violencia: han quemando el Teatro Gran Mariscal (lugar de plenarias) y el Colegio Junín (lugar de sesiones) y ha amenazado e incluso golpeado a constituyentes.

El MAS y los movimientos sociales debería haber luchado para que la AC se realizara en La Paz o El Alto, donde los movimientos sociales son los mas fuertes y donde la minoría derechista tendría que haber pasado por los sectores más radicales y movilizados para atacarla y dividirla.

La oposición ha asumido a su favor los descuidos del gobierno, utilizándolos como oportunidades para atacar al gobierno, debilitar los movimientos sociales y obstaculizar el trabajo de la constituyente, camuflando sus acciones bajo el argumento de "defensa de al democracia".

Necesitamos una Asamblea Constituyente revolucionaria controlada y protegida democráticamente por las bases de los movimientos sociales

El gobierno, por su parte, continúa poniendo el éxito del proceso de cambio en manos de la AC. ¿Pero a qué tipo de constitución puede aspirarse, sin haber resuelto el problema del sistema de votación, con enfrentamientos cada semana entre constituyentes y chuquisaqueños y con líderes de oposición que utilizan su control económico y participación política para presionar y truncar toda iniciativa de cambio fundamental y estructural?

En Alternativa Socialista Revolucionaria pensamos que una AC solo podrá responder a las demandas de la mayoría obrera, campesina, indígena y pobre si y sólo si está conformada por representantes de la base de los movimientos sociales, que respondan y luchen esencialmente por alcanzar los cambios fundamentales que demandan las necesidades de sus bases y por encontrar los mecanismos necesarios para encaminar el proceso de cambio hacia la transformación de la sociedad boliviana a un sistema socialista.

Necesitamos una AC con estructuras democráticas que garanticen que los constituyentes lleven las demandas de las bases que los eligieron a la AC. Una estructura democrática dentro la asamblea constituyente fomentaría la participación en todo el proceso de la asamblea y brindaría a los constituyentes un sueldo no superior al salario que percibe la gente de sus bases, para que éstos no se corrompan ni hagan del trabajo de la constituyente una fuente de curúles.

Para realizar esto, los movimientos sociales necesitan, también, estructuras democráticas fuera la AC. Necesitan comités de debate, en los que las bases se mantendrían actualizadas del acontecer de la asamblea, fomentarían formación política en las bases para que sean capaces de responder de forma estratégica a las problemáticas y donde se concensuarían sus demandas con respecto a la asamblea para llevar propuestas concretas a la AC. Además estos comités deberían formar redes a nivel local, regional, departamental y nacional, para mantenerse conectados y unirse de ser necesario.

A su vez los comités de debate establecerían, dentro de sí mismas, comités de defensa, donde planificarían cómo participar, supervisar y garantizar la seguridad física de la AC.

Solo por la vía de los movimientos sociales, podremos garantizar una AC capaz de responder a las demandas de las mayorías explotadas y sometidas por el capitalismo y los bufones que la defienden. En la medida que los trabajadores, campesinos, indígenas, jóvenes revolucionarios y pobres, se concientisen políticamente, todos necesitamos saber lo qué es socialismo y cómo llegar a el, para defenderlo y perseguirlo.

A la oposición derechista solo le interesa conservar su control económico y retomar su control político. Solo los movimientos sociales, concientes, unidos y organizados, pueden hacer frente a los ataques de la oposición y triunfar en la lucha por sus reinvindicaciones y el socialismo.