Bolivia: Oposición Derechista Resurge y Ataca al Gobierno y los Movimientos Sociales

Los Movimientos Sociales Necesitan Comités de Debate y Defensa para Dirigir la Lucha

La Chispa, periódico CIT Bolivia, septiembre 2007

Hace menos que dos años, la derecha en Bolivia estaba dividida, en bancarrota y a punto de morir. Los movimientos sociales habían sacado a dos presidentes neoliberales y forzado nuevas elecciones en las que ganó Evo Morales y el MAS, debido a sus promesas de realizar cambios.

Durante el último año, hemos visto la resurrección y resurgimiento de la derecha boliviana, los empresarios, latifundistas y imperialismo norteamericano, y ahora está atacando fuertemente al gobierno del MAS y los movimientos sociales para frenar el proceso de cambio.

Los medios que está utilizando la derecha con su participación política y control económico son: 1) sus partidos políticos (Podemos, UN, NFR y MNR), 2) los prefectos derechistas, 3) los comités "cívicos" (ahora consolidados en la "Junta por la Democracia", 4) las organizaciones de "base" como la Coordinadora de la Democracia y la Unión Juvenil Cruceñista, 5) los medios de comunicación.

Después de haber reorganizado sus bases en los departamentos orientales, conocidos como la "Media Luna", alrededor del movimiento "autonomista", la oposición derechista empezó a reconstruir sus bases a un nivel nacional, utilizando el tema de los 2/3 y ahora la capitalidad en la Asamblea Constituyente (AC) para pintarse como defensores de "democracia y libertad".

Aprovechándose de este pretexto, la oposición ha intensificado sus ataques en los últimos meses, así vimos: ataques violentes a comerciantes y dirigentes indígenas, peleas en el parlamento, ataques a la AC y sus miembros, paros cívicos, comités de resistencia de latifundistas en contra la reforma agraria y la subida de los precios de alimentos causando un incremento en la tasa de inflación.

La derecha está creando inestabilidad, sufrimiento y caos en Bolivia para derrotar al gobierno y provocar frustración, desilusión y división dentro los movimientos sociales. Quiere parar el proceso de cambio, porque estos empresarios, latifundistas y transnacionales se han enriquecido muchísimo a raíz del sistema capitalista neoliberal y perderán su riqueza si los movimientos sociales triunfan.

Si los movimientos sociales siguen exigiendo cambios y el gobierno continúa las reformas progresistas, los ataques de la derecha van a empeorar. Hasta hoy, todavía son leves con respeto a lo que la derecha es capaz de hacer, según su pasado sangriento y su actual retórica caliente.

Por ejemplo, Jorge "Tuto" Quiroga, cabeza de Podemos, dijo que aún una nueva constitución aprobada por una mayoría de 2/3 debe, además, ser aprobado por una mayoría simple en todos los departamentos. Si esto no ocurriese, aseguró, que "La gente se va a plantar y a decir: secesión. Nos separamos, nos dividimos." Existe la posibilidad real de que un movimiento de secesión surja en Bolivia, que pueda derivar en una guerra civil y/o una dictadura derechista.

Reformas moderadas no pueden resolver la pobreza y desigualdad, ni ganar la lucha contra la derecha

La respuesta de Morales y el MAS a los ataques derechistas ha sido confusa y no ha preparado a los movimientos sociales para superar los ataques. Con su política reformista han intentado hacer cambios poco a poco y por vías legales (¡por instituciones legales construidas por la misma oposición!), buscando dialogo y compromisos con la oposición, en vez de por la vía de los movimientos sociales. Prefiere hacer cambios desde arriba, usando la fuerza de los movimientos sociales solo cuando le es absolutamente necesario.

Por ejemplo, perdieron más de seis meses dentro la AC debatiendo por los 2/3 y por eso no lograron aprobar una nueva constitución para el 6 de Agosto. Después de tantos intentos de comprometerse con la derecha, solo ahora ha empezado a utilizar a los movimientos sociales para salvar la AC. La movilización histórica de 1.5-2 millones de personas en El Alto para defender la capitalidad en La Paz y la movilización de 100 mil personas de cada sector de los movimientos sociales a Sucre el 10 de Septiembre reflejan esto.

Hasta hoy, el MAS solo ha cumplido con una pequeña parte de las demandas de los movimientos sociales pero, gracias a las reformas que ha hecho, todavía mantiene mucho de su apoyo. El MAS bautizó con el nombre de "nacionalización" la renegociación de los contratos hidrocarburíferos, resaltando la grandeza de este logro y anunciando la nacionalización de otros sectores importantes como telecomunicaciones y ferrocarriles. También dio por muerto el latifundio, pero en realidad reforma agraria solo plantea expropiar la tierra ociosa de los latifundistas, mientras 90% de la tierra cultivable continúa en las manos del 7% de la población.

Pero sin cambios fundamentales, la situación actual de la mayoría pobre no cambiará. 80% de la economía boliviana se mantenga en el sector privado, controlada por los empresarios, latifundistas y transnacionales. Por ello, todavía no vemos trabajo bueno para la gran mayoría de trabajadores, no hay control sobre la tierra para los campesinos e indígenas y continuamos con 60% de la población boliviana pobre y 33% extremamente pobre. Aun peor, los capitalistas van a seguir usando su control sobre la economía para atacar a los que quieren cambios.

Los movimientos sociales, organizados en comités de debate y defensa deben dirigir la lucha boliviana democráticamente y hacia socialismo

Los movimientos sociales no esperarán por siempre cambios sustantivos, especialmente si la derecha los ataca económicamente e incluso físicamente. Las guerras del gas y destitución de presidentes neoliberales en 2003 y 2005, demuestran cómo los movimientos sociales pueden anteponerse fuertemente a la derecha al punto de derrumbarla. Hoy también, los movimientos sociales siguen siendo la única fuerza capaz de derrumbar a la derecha.

Pero ahora, su trabajo es mucho más difícil. No es bastante solo poner una oposición, ahora necesitamos crear una alternativa. Para esto, los movimientos sociales necesitan organizarse en comités de debate y defensa con estructuras democráticas y fusionados a nivel local, departamental, regional y nacional.

Estos comités deben dirigir la lucha por cambios y en contra la derechista. Los comités deben: 1) organizar la defensa contra los ataques otras organizaciones derechistas violentes como la Unión Juvenil Cruceñista y, 2) elegir representantes de base para una Asamblea Constituyente que pueda redactar una nueva constitución revolucionaria 3) organizar la ocupación de las tierras y ponerlas bajo el control democrático de los campesinos e indígenas que las trabajan, 4) democratizar el ejército, haciendo que los soldados rasos y el pueblo boliviano participen de la elección de los oficiales militares y tengan derecho a revocarlos inmediatamente y 5) nacionalizar verdaderamente la economía boliviana, organizando la ocupación, expropiación y control democrático de las industrias más importantes.

La única alternativa viable en Bolivia es una revolución socialista. Los comités de debate y defensa serían la base para realizar esto. Necesitaremos estar organizados, movilizados, pero por sobretodo concientizados de la necesidad de derrotar al capitalismo, para no huir ni rendirnos fácilmente. Solo así podremos construir un gobierno socialista de obreros, campesinos e indígenas con una economía que ponga los medios de producción en manos la mayoría, controlada democráticamente para garantizar el buen manejo y distribución justa de los bienes del país.