Bolivia: Gobierno boliviano toma control de dos refinerías hidrocarburíferas

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO on 4:12

La lucha por el control verdadero del pueblo y manejo obrero continua

Roberto Antezana, Alternativa Socialista Revolucionaria (CIT-Bolivia), 8 de junion de 2007.

El pasado sábado 12 de Mayo, el presidente Evo Morales declaró que el gobierno boliviano tomaba control completo de las refinerías Gualberto Villarroel en Cochabamba y Guillermo Elder Bell en Santa Cruz. Después de semanas de negociaciones intensas, el gobierno boliviano acordó pagar $112 millones de dólares a Petrobras, una transnacional estatal de Brasil, para retomar el control de las refinerías.

Después de un periodo transitorio de 30 días, la empresa (petrolífera) estatal, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), comenzará a manejar las refinerías. El gobierno espera ganar $60 millones de dólares cada año por tener el control de las dos refinerías.

Un día después, Morales anunció que el gobierno invertirá $10 millones de dólares en las dos refinerías, para modernizarlas e incrementar la producción para cumplir con las demandas internas y externas con la producción de ambas refinerías.

La compra de las refinerías es parte de la "nacionalización" de los hidrocarburos impulsado por Morales el 1ro de Mayo del 2006 cuando el gobierno boliviano tomó control del 50% mas uno de las acciones de la industria y renegoció contratos más favorables con las transnacionales hidrocarburíferas operando en Bolivia.

En su discurso el Sábado en Cochabamba, Morales subrayó los grandes beneficios económicos de la renegociación de los contratos hidrocarburíferos. El 2005 el gobierno recibió $300 millones de dólares, generados por los impuestos de los hidrocarburos. En 2007, a raíz de la nacionalización, los ingresos incrementaron mas de cinco veces, a $1,600 millones de dólares.

Aunque gran parte de este incremento se debe a los altos precios mundiales del petróleo, gran parte también está relacionada/vinculada a los contractos renegociados que aumentaron los impuestos pagados por las transnacionales a 82%. Es un incremento enorme en relación al poco más de 50% garantizado por los contractos previos y un incremento absurdo en relación a los impuestos de 18% cobrado por el gobierno neoliberal de Gonzalo Sanchez de Lozada antes de la guerra del gas el 2003.

El aumento en los ingresos hidrocarburíferos ha beneficiado a los departamentos y las universidades públicos. En 2005, la prefectura de Cochabamba recibió $53 millones de dólares. En 2007 recibió $211 millones de dólares. Los ingresos de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) ha subido desde $6.92 millones de dólares en 2005 hasta $48 millones de dólares en 2007.

Citando estos datos, Morales anunció planes para expandir el proceso de la "nacionalización" en un futuro cercano, nombrando cinco empresas específicamente, de las cuales cuatro están relacionadas a la industria hidrocarburífera y la otra es una transnacional de telecomunicaciones. Todas estas empresas fueron privatizadas a fines de los 90's durante el proceso expansivo de privatización que ocurrió en Bolivia bajo los gobiernos neoliberales anteriores.

Las refinerías deben ser controladas democráticamente por el pueblo y los trabajadores

Alternativa Socialista Revolucionaria (CIT-Bolivia) apoya la retoma del control de las refinerías Gualberto Villarroel y Guillermo Elder Bell como un cambio progresivo que puede mejorar las vidas de la mayoría trabajadora, campesina, y pobre en Bolivia. Junto a los incrementos de los ingresos por la renegociación de los contratos de los hidrocarburos en 2006, los ingresos generados por estas refinerías pueden ser utilizados para proveer mejoramientos a los sistemas de educación y de salud, dotar de empleos a desempleados, y tractores y otros equipos a las comunidades indígenas.

También, el dinero debe ser utilizado para industrializar los hidrocarburos en Bolivia, para refinar el petróleo y venderlo a precios altos, en vez de tener que venderlos como materia primera a precios bajísimos.

Pero no se puede resolver todos los problemas creados por la capitalización de las refinerías, solo comprándolas y poniéndolas baja el control de YPFB. Antes de comprar las refinerías, Morales se reunió con el sindicato de trabajadores de Petrobras y garantizó que las condiciones laborales no cambiarían. Son buenas noticias para los trabajadores fijos de Petrobras que cuentan con salarios de alrededor de 14,000 bolivianos/mes. Pero son malas noticias para los trabajadores contratistas/tercializados que trabajan con contratos de solo dos años y que no son reconocidos por los sindicatos de las refinerías.

En los últimos meses, más de 250 trabajadores de la refinería Gualberto Villarroel empezaron a organizarse y luchar para formar un sindicato y exigir mejores salarios, contratos permanentes, seguridad laboral, y una nacionalización completa con alguna forma de control del pueblo y de los trabajadores.

La respuesta fue hostil por todos lados: el sindicato oficial de Petrobras se rehusó a aceptar a los trabajadores contratistas y cuando estos conformaron su propio sindicato mixto, seis dirigentes y 12 trabajadores fueron despedidos.

Para estos trabajadores, garantizar que las condiciones laborales van a permanecer iguales significa que ellos van a continuar ganando 700 bolivianos/mes, ellos no van a ser reconocidos por ningún sindicato y no van a tener derecho a organizarse.

En las semanas previas a la compra de las refinerías, después de solicitar sin éxito el apoyo del gobierno de MAS, los trabajadores contratistas de la refinería Gualberto Villarroel planificaban una toma física de la refinería exigiendo que los trabajadores y dirigentes sindicales sean reinstalados a sus puestos y que todas sus demandas sean cumplidas. Por la retoma del control en manos de YPFB, los trabajadores están dando al gobierno de Morales la oportunidad de cumplir dichas demandas. De no ser cumplidas, las acciones directas serán inevitables, incluyendo la posibilidad de una toma física de la refinería.

Alternativa Socialista Revolucionaria (CIT-Bolivia) apoya a los trabajadores contratistas de la refinería Gualberto Villarroel en su lucha por mejores salarios, contractos permanentes, el derecho de organizarse en un sindicato, y una nacionalización completa de los hidrocarburos bajo del control del pueblo y de los trabajadores. Para evitar que las refinerías estén manejadas burocráticamente por una casta privilegiada de funcionarios de gobierno, Alternativa Socialista Revolucionaria propone que las refinerías estén manejadas por un comité elegido que consiste en 1/3 de representantes estatales, 1/3 de representantes de la comunidad y 1/3 de representantes de trabajadores.

Solo con el control democrático del pueblo y los trabajadores podremos garantizar que la producción y los ingresos generados por las refinerías satisfagan los intereses de todos los bolivianos, asegurando que todos los trabajadores de la refinería participen en las decisiones de producción y tengan trabajo estable con salarios buenos, condiciones de trabajo seguras y el derecho de organizarse en un sindicato.

¿Por qué pagamos para controlar nuestra refinería y nuestros recursos naturales?

Alternativa Socialista Revolucionaria se opone al pago de $112 millones de dólares por el pueblo boliviano para tomar control de sus refinerías. Estas refinerías deben ser expropiadas sin indemnización.

Los bolivianos tienen derecho a retomar el control de su economía, sus industrias y sus recursos y como un principio sencillo no deben tener que pagar para hacerlo, al contrario, el dinero debe ser usado para proyectos de industrialización y programas sociales.

Además, las refinerías fueron vendidas en forma antidemocrática por el presidente neoliberal, Hugo Banzer Suarez a Petrobras por $102 millones de dólares en 1999. No hubo un referéndum, ni siquiera un debate público sobre dicha privatización.

Durante los últimos 8 Años, Petrobras ha ganado un promedio de $70 millones de dólares por año o $560 millones en total. Por lo tanto Petrobras ha recuperado más de 5 veces su inversión y el pueblo boliviano no tuvo que pagar nada.

Solo una economía socialista puede acabar con la pobreza y desigualdad en Bolivia

Como ya dijimos la renegociación de los contractos hidrocarburíferos ha producido resultados increíbles, pero solo por incrementar los ingresos de los impuestos de una industria no podemos erradicar la pobreza en Bolivia y garantizar una vida digna para todos los trabajadores y campesinos. Para lograr esto necesitamos poner toda la riqueza generada por la economía boliviana en manos del pueblo boliviano y sacarla de las manos de la élite rica, los latifundistas, y las transnacionales.

Una renegociación de los contractos hidrocarburíferos generó $1,300 millones de dólares en ingresos nuevos después de solo dos años. Dinero que habría ido a las transnacionales en cambio fue al pueblo boliviano.

Imagínense los ingresos inmensos que serían generados por una nacionalización completa de la economía, por retomar toda la riqueza que ahora solo va a las élites bolivianas, los latifundistas, y las transnacionales y en cambio usarla para industrializar los recursos bolivianos y satisfacer las necesidades básicas de la mayoría de los bolivianos, los trabajadores, campesinos, indígenas, y pobres.

Eso sería la cara de una Bolivia socialista, una Bolivia sin pobreza y desigualdad, y eso es para lo que Alternativa Socialista Revolucionaria y el CIT están luchando en Bolivia y en todo el mundo.