India: La cara brutal del auge de la India

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Peter Taaffe, Secretario General, Socialist Party (Inglaterra y Gales), Lunes 18 de junio de 2007.

La publicación de una edición hindú de El Marxismo en el Mundo de Hoy no podía ser más oportuna. Todas la interrogantes planteadas en el curso del dialogo mío con un marxista italiano son la misma clase de asuntos que están en la mente de los trabajadores y los pobres hindúes. Esto se aplica especialmente a los sectores más avanzados de la clase trabajadora, los cuales aunque tienen una historia considerable e inspiradora de luchas contra el rapaz latifundio y capitalismo hindú, y el imperialismo, están perplejos por el papel de los dirigentes de las organizaciones de trabajadores y están buscando una explicación y un camino claro hacia adelante.

Esto ha sido subrayado por los dramáticos acontecimientos que se han desarrollado en India Oriental, en Bengala Occidental y en las áreas de Singur y Nandigram. Esta batalla épica entre campesinos sin tierra y marginalizados de una parte y las fuerzas del estado de Bengala de otra simbolizan la feroz lucha de la clase trabajadora y los pobres contra el capitalismo hindú que está dispuesto a usar la fuerza más criminal para imponer su dominio. Y el instrumento para alcanzar esto en Bengala Occidental es un gobierno en el que el Partido Comunista de India (Marxista) es la fuerza principal que ha gobernado efectivamente el estado durante 30 años y da soporte crucial al gobierno nacional de India de Manmohan Singh. Como han escrito los camaradas de New Socialist Alternative [Nueva Alternativa Socialista] (la sección en India del Comité por una Internacional de Trabajadores), "el gobierno de Bengala Occidental ha adoptado una política de "disparar a matar" contra los campesinos en lucha".

La rabia masiva producto esto es más grande debido a que las víctimas, los pobres y los campesinos, levantaron a los grandes del PCI(M) al poder sobre sus espaldas y los han sostenido durante casi tres décadas. Mucho del apoyo al PCI(M) proviene de los campesinos sin tierra que recibieron tierras que ellos erróneamente creyeron que eran "permanentes". En realidad, como los marxistas han señalado muchas veces, aunque esas reformas agrarias eran populares no garantizaban un derecho permanente y podían ser arrebatadas de vuelta en cualquier momento por el capitalismo vengativo. Una parte esencial de las políticas abiertamente capitalistas sancionadas por el PCI(M) es la creación de "Zonas Económicas Especiales". En 2005, el gobierno de Bengala Occidental, dirigido por el PCI(M) introdujo un programa de "adquisición de tierra" en Bhangar, a solo 25 kilómetros de la capital Calcuta.

Grandes Negocios Indonesios

Esto se hizo para facilitar las "inversiones" de las compañías del Grupo Salim de Indonesia. Esta es la más grande corporación de Indonesia, con vínculos con el notorio ex dictador Suharto y su familia. Emplea 200.000 personas en Indonesia. Los compinches del desacreditado régimen de Suharto vieron con avidez la oportunidad de súper-ganancias que podrían esperar de "inversiones" en condiciones generosas en India. La revista hindú "Business Line" informó en agosto de 2006 que "Bengala firmó un pacto con grupo Indonesio". El acuerdo proyectado era para un mega parque industrial químico, incluyendo una instalación química que se extendería en 10.000 acres en una inversión conjunta al 50:50 con la West Bengal Industrial Development Corporation Ltd. El acuerdo prevé la construcción de la autopista de enlace oriental (Eastern Link Highway), la construcción de puentes, etc. Después que el acuerdo fue firmado, el Ministro en Jefe de Bengala Occidental, y una figura dirigente del PCI(M), Sr. Buddhadeb Bhattacharjee, tocó el "asunto contencioso de la adquisición de tierras", declarando: "Siempre que sea posible, hemos tratado de evitar hacernos con el control de tierra fértil".

Sin embargo, la expropiación proyectada de tierra fue hecha en un área que era extremadamente fértil, compuesta por más de 100 aldeas, y donde el 80% de la población era musulmana.

El líder del principal partido de oposición en Bengala Occidental, el Congreso Trinamos, como era predecible explotó la oposición de la población, inicialmente con pequeñas manifestaciones. Banghar fue el baluarte de los partidos de izquierda durante 30 años, sin embargo eligió un candidato de oposición en las recientes elecciones de mayo de 2006. Sin duda esto irritó a la maquinaria del PCI(M) y a los miembros de otros partidos "comunistas" vinculados. Aunque las protestas en Bhangar no fueron grandes al comienzo, sin embargo fueron lo suficientemente importantes como para animar a otros similarmente afectados, especialmente en Singur y Nandigram – 40 y 100 kilómetros de Calcuta respectivamente. Desde el principio mismo, los campesinos en esas áreas se organizaron día y noche para proteger su tierra. A pesar de la manifiesta oposición de la población, el frente de gobierno, dirigido por el PCI(M) envió 5.000 policías que se enfrentaron con los manifestantes y que, sin advertencia, abrieron fuego contra ellos.

Incluso más vergonzoso, sin una palabra de excusa, los dirigentes del PCI(M) en Bengala Occidental corrieron a atacar no a la policía y al estado que llevaron a cabo esta brutal represión, sino a los elementos "foráneos". La culpa recayó en los hombros del "Congreso Trinamos, Jamyat y Naxalitas", esto es el partido de oposición en Bhangar. "naxalita" se añade en gran medida porque para el PCI(M) simboliza la revuelta campesina y las guerrillas armadas. El Secretario General del PCI(M), Prakash Karat, en el periódico del partido "Democracia Popular" sostuvo que la muerte de "gente modesta" por disparos de la policía fueron "profundamente lamentables". Pero atacó cualquier intento de "vincular la acción de la policía con la requisa de tierras de los campesinos en Nandigram". Alegó que eso se debió a una confabulación demoníaca para "malograr el Frente de Izquierda y el PCI(M)". Luego llegó a decir que incidentes de este tipo no provocarían el abandono de la política que llevó a este desastre: "En cuanto a aquellos que quieren que el gobierno del Frente de Izquierda abandone sus política de industrialización, estarán decepcionados… el énfasis en la industrialización no será abandonado".

Catástrofe para el movimiento obrero

Lo que ocurrió en Nandigram no es un "mal entendido" desafortunado, sino el resultado de la política de la dirección del PCI(M). Históricamente los partidos estalinistas, de cuyas tradiciones proviene el PCI(M), han defendido la teoría de la revolución por "etapas" en los países subdesarrollados, que no han completado la revolución capitalista-democrática, en el mundo neo-colonial, como India. Pero estas ideas, cuando han sido implementadas, han sido catastróficas para el movimiento de trabajadores y los partidos que las han promovido. Por otra parte, la exitosa revolución rusa fue llevada adelante sobre la base de políticas completamente diferente de aquellas defendidas por los Mencheviques y la teoría de la "etapas" estalinista. En Octubre de 1917, Lenin, Trotsky y los Bolcheviques entendieron que solamente la clase trabajadora era capaz de liderar la lucha para implementar las tareas de la revolución capitalista-democrática. Mediante la reforma agraria y la creación de una infraestructura moderna, la solución a la cuestión nacional y la garantía de derechos democráticos. Pero esto implicaría liderar al campesinado en un movimiento para derrocar no solamente al latifundio sino también al capitalismo. A su vez, esto resultaría en una revolución socialista en Rusia, que a su vez podría encender una ola de revoluciones en el mundo, los "diez días que conmovieron al mundo" que efectivamente tuvieron lugar.

Pero no tenemos que remontarnos 90 años a la Revolución Rusa, sino también a acontecimientos recientes en Nepal para refutar las ideas del PCI(M). Los eventos allá son una respuesta devastadora a sus erróneas teorías y también a la posición "etapista" de las organizaciones maoístas en India, con su idea de una "larga marcha" al poder, comenzando en el campo entre la población rural. Lenin, Trotsky y los Bolcheviques – en oposición a los "Maoístas" de la época, los Social Revolucionarios y Narodniks – subrayaban el papel clásico de la clase obrera incluso en un país subdesarrollado.

El campesinado es heterogéneo por su misma naturaleza – dividido en diferentes sectores. Sus capas superiores – campesinos ricos – tienden a confundirse con los capitalistas y los feudales mientras que los campesinos más pobres miran hacia la clase trabajadora. La historia ha mostrado que el campesinado no puede actuar como una fuerza independiente sino que busca la dirección de las dos clases dominantes en la sociedad, los capitalistas y terratenientes de un lado, y la clase trabajadora del otro. Donde ha jugado un papel "independiente" - como es el caso de la guerra campesina en China que llevó a Mao al poder – el régimen que resultó de esto, mientras dirigía una revolución social y la introducción de una economía planificada, sin embargo fue desde el comienzo un régimen totalitario a imagen de Rusia Estalinista. Esto era una marcada contradicción con la revolución rusa donde la clase trabajadora y sus organizaciones independientes – soviets o consejos de obreros, campesinos y soldados – establecieron el régimen más democrático que haya visto la humanidad. Fue por esta razón que la clase trabajadora a escala internacional adoptó una completa solidaridad y acción revolucionaria, reconociendo que era su clase la que estaba en el poder, a pesar del torrente de calumnias que vertió, sobre las cabezas de los bolcheviques y los trabajadores rusos, el capital internacional.

La Guerra de guerrilla Maoísta de Nepal

De hecho, Nepal ha sido la prueba de laboratorio par alas ideas del maoísmo. Durante una guerra de guerrillas de 10 años, han llegado a controlar el 90% del campo. Sin duda que esto ayudó a debilitar la base de la monarquía. Pero fueron los acontecimientos increíbles de abril de 2006 y la huelga general de 18 días de duración con la clase trabajadora en la conducción, la que introdujo en Nepal muchas características de una situación revolucionaria clásica, similares a las de octubre de 1917. Planteó la cuestión de "uno u otro": el establecimiento de un régimen de trabajadores y campesinos pobres o la continuación de régimen monárquico nepalés. Un diplomático chino, comentó en esa época: "Temo que no estamos dirigiendo hacia una situación revolucionaria". El gobierno hindú entró en pánico y despachó emisarios para apagar las llamas de la revolución. La dirección del PCI(M) también corrió con su ayudo enviando al miembro del politburó Sitaram Yechury a Nepal donde persuadió a los maoístas que entraran al gobierno. Yechury se había entrevistado con el primer ministro hindú Manmohan Singh y el ministro de defensa Pranab Mukherjee. Este acto del PCI(M) no solo sirvió a los intereses de los capitalistas hindúes sino también a los del imperialismo norteamericano. La alianza de la oposición, incluido el Partido Comunista Unificado Marxista leninista (PCUML), devolvió el poder al rey, el que lo había perdido durante el movimiento. La oposición, si cabe, estaba más asustada que la monarquía, los capitalistas y el imperialismo de la toma del poder por una clase trabajadora insurreccional apoyada por un movimiento campesino armado en el campo. Los capitalistas hindúes, sobretodo, estaban alarmados por estos acontecimientos revolucionarios en sus fronteras.

Esta oportunidad maravillosa de transformar las relaciones de fuerza, no solamente en Nepal sino en todo el sub-continente, se perdió debido a las erróneas políticas de los diferentes partidos "comunistas" – tanto "ortodoxos" como "maoístas". Se negaron a basarse en el movimiento de la clase trabajadora para tomar el poder. En lugar de ello, los "revolucionarios" maoístas en un irónico giro, han terminado como ministros gubernamentales, con el rey debilitado pero todavía ocupando su trono, casi un año después de la "revolución de abril". Al contrario de los reportes internacionales de los medios de comunicación, los maoístas no fueron responsables de los acontecimientos de abril. Su principal base estaba en el campo y no entre las masas trabajadoras en Katmandú, que eran la espina dorsal de la revolución. Aunque hay poca industria y, por lo tanto, no una gran clase trabajadora, los acontecimientos de abril demostraron que los trabajadores todavía son capaces de dirigir a los campesinos y a los pobres en la lucha por cambiar la sociedad. Sin embargo, solo habría podido ser un completo triunfo si después de tomar el poder, la revolución se hubiera extendido al sudeste del sub-continente Asiático en su conjunto. Así es como los bolcheviques procedieron en octubre de 1917, viendo "su" revolución como un preámbulo de la revolución mundial.

Para los que dicen que para la clase trabajadora, el campesinado y los pobres, es "puro aventurerismo" o "locura" tomar el poder en un país o estado, la respuesta para ellos está en el ejemplo de la revolución rusa. El poder obrero en una etapa estuvo reducido a las dos ciudades principales, de San Petersburgo (Petrograd) y Moscú, esencialmente la vieja provincia de "Moscovia". El resto de Rusia estaba en manos de los 21 ejércitos del imperialismo y sus aliados rusos, los terratenientes y capitalistas desposeídos. A pesar de ello, la revolución triunfó apelando a la clase trabajadora a los millones de campesinos y trabajadores comunes en los ejércitos imperialistas. Ellos entendieron que solo los bolcheviques estaban dispuestos a llevar a cabo la expropiación de los terratenientes y los capitalistas.

Es cierto que la clase trabajadora es una minoría en India, pero a pesar de ello es una fuerza potencial más importante, tanto en número como en peso específico, que lo que era la clase obrera rusa en 1917. Lo que está ausente en India hoy día, y que estaba presente en Rusia en 1917, es ese ingrediente vital para el éxito, un partido de masas y una dirección obrera revolucionaria audaz. Por supuesto, la clase trabajadora debe forjar una alianza con el campesinado, especialmente con sus sectores más bajos y con los pobres. Levantamientos rurales y choques armados entre los campesinos y los terratenientes feudales o semifeudales , con los ejércitos de paramilitares a sueldo de estos últimos tratando de quebrar la resistencia de los campesinos pobres, una etapa inevitable en el despertar de las masas, como se ve en partes de la India hoy día.

Los marxistas genuinos siempre han diferenciado entre aquellos métodos legítimos de resistencia de masas, que a veces pueden incluir movimientos de tipo guerrillero, y las teorías "Nasalitas/maoístas" que dan pre-eminencia a la lucha de tipo guerrillera en el campo, apuntalada por la política de eliminación individual sistemática de terratenientes, representantes del gobierno, oficiales del ejército y policías. Los maoístas describen esto como "aniquilación de clase" pero en realidad esto no elimina el sistema del capitalismo y el latifundio.

Explotadores reemplazados

Estas políticas han demostrado ser contraproducentes en todo lugar en que han sido implementadas. El asesinato de representantes individuales del latifundio y el capitalismo nunca sacudirá ni derrocará el régimen capitalista-latifundista. Al contrario, los explotadores pueden reemplazar fácilmente de sus filas a aquellos que son talados por la guerrilla o el asesino. La historia muestra que esos métodos no llevarán al derrocamiento del capitalismo y el latifundio. Además, sin importar cuan "sinceros" sean los terroristas o las organizaciones terroristas, inevitablemente son utilizados en manos de la clase dirigente dando una excusa para que sus métodos represivos sean usados contra los trabajadores, los pobres y el movimiento obrero. Los marxistas, por lo tanto siempre contraponen, a los actos de terrorismo, incluso en el campo y no digamos ya en las ciudades, la resistencia de masas, y el armamento masivo de la clase trabajadora y el campesinado pobre cuando se requiere contra los capitalistas, los terratenientes y sus fuerzas.

En oposición a esto, la dirección del PCI(M) sigue sosteniendo que hay una clase capitalista nacional progresiva en China, que ellos pueden apoyar "críticamente", contraponiéndolos a los latifundistas feudales y semi-feudales. En realidad, en India los capitalistas que invierten en tierra, son terratenientes ellos mismos y los latifundistas invierten en la industria. Los dos están, en realidad, unidos a través del capital bancario. Por lo tanto, en India, una reforma agraria profunda se enfrentará con la oposición no solo de los terratenientes sino también de los capitalistas, que lleva al uso de fuerza por las clases propietarias.

Para contradecir esto, la dirección del PCI(M) señala como ellos, junto con otras fuerzas de izquierda, han conducido una larga lucha por la reforma agraria, que hasta cierto punto ha sido exitosa en Bengala Occidental. Es cierto que esas reformas agrarias dieron a miles de campesinos derechos de labranza sobre tierras en las cuales ellos trabajaban previamente sin ningún derecho. Pero, como ha señalado New Socialist Alternative [Nueva Alternativa Socialista] estas reformas tan aclamadas no alteraron el sistema de propiedad de la tierra en su conjunto en lo que se refiere a Bengala Occidental. El PCI(M) de Bengala Occidental y los partidos de izquierda no consolidaron las reformas mediante la nacionalización de la tierra, más aún el carácter limitado de esas reformas quedo a la vista cuando el gobierno comenzó a establecer las Zonas Especiales.

Reformas superficiales

La superficialidad de estas reformas ha quedado descarnadamente al descubierto ahora por el gobierno al arrebatar tierra que los campesinos han ocupado durante 28 años y traspasarla al rapaz capital domestico e internacional. Sin embargo, los actuales ocupantes de la tierra se están negando a participar. Esta actitud es compartida por muchos trabajadores en otros países del mundo neo-colonial – como atestigua la resistencia a incautaciones similares de tierras y demoliciones de hogares rurales en muchos países de Asia, por ejemplo en China y Malasia.

No hay ni un átomo de "progresismo" en el capitalismo hindú, especialmente en esta nueva fase rapaz "neo-liberal". La llamada "India luminosa" apenas ha dado una dentada al antiguo circulo vicioso de la pobreza y el sufrimiento de los trabajadores, campesinos y pobres de la India. Puede haber un auge económico, un crecimiento de producto interno bruto del 9% en 2007 pero los beneficios son "descremados" por un puñado de ricos y un sector superior de la clase media, estimados en no más de un 3% de la población. Por otro lado, 52% de los niños hindúes están desnutridos. Además, la pobreza en el periodo de 11 años precedentes a 2004-05 declinó apenas un 0.74% de acuerdo con la Organización Nacional de Estudios. Si, se han creado puestos de trabajo en el sector servicios – en Tecnologías de Información en particular – pero esto ha beneficiado a una pequeña minoría. Incluso aquellos que tienen trabajo en esta industria han sido afectados por un alza dramática en los precios que han impuesto una carga intolerable sobre la clase trabajadora y los pobres que luchan por ganar lo suficiente para vivir. En cuanto a la aseveración que está teniendo lugar un aumento dramático de la educación, nuevamente solamente ha tocado a un pequeño sector: 54% de los adultos en India no pueden leer ni escribir.

Buscando agrupar el crecimiento de India con China, se ha acuñado un nuevo término –Chindia – por los comentaristas capitalistas internacionales, sugiriendo un crecimiento conjunto y comparable de India y china. La dirección del PCI(M) ha sido atraída hacia esta idea y está usando el actual "modelo" de China para sus perspectivas para india. Nada podría ser más fuera de lugar y desastroso desde el punto de vista de la clase trabajadora. Hoy día hay diferencias fundamentales entre India y China. Esta última, mediante de la revolución de 1944-49 llevó adelante la mayoría de las tareas de la revolución democrática capitalista. Una economía planificada fue establecida bajo el régimen de Mao, aunque uno controlado por la burocracia por medio de un gobierno de partido único. Esto fue completamente diferente, como explicamos en este libro, al tipo de régimen que existió en el primer periodo después de la revolución rusa, la democracia obrera de Lenin y Trotsky. A pesar de ello, China se desarrolló a una escala colosal, aventajando en su crecimiento a otros países en el mundo neo-colonial como India.

Pero un desarrollo adicional de las fuerzas productivas en la sociedad era incompatible con el gobierno de un régimen burocrático centralizado. Por lo tanto, comenzando con Deng Xiao-Ping, la elite china comenzó a abrirse hacia el capitalismo a escala mundial – mediante inversiones extranjeras directas – lo que ha tenido grandes repercusiones dentro de China. Durante más de 20 años China ha transitado un largo, y "cuidadosamente gestionado" retorno al capitalismo. Irónicamente, las conquistas de la revolución china y de la economía planificada le permiten un mejor punto de partida que a India en el proceso de desarrollo capitalista, que en el caso de China, no está totalmente completo. De hecho, toda clase de contradicciones se derivan de ello, lo cual produce severos dolores de cabeza al régimen chino y que podrían terminar en el colapso del crecimiento "sobrecalentado". Una implosión social que lleve a una nueva revolución y una nueva revolución "Tiananmen" en la misma China es una clara posibilidad en el periodo próximo. Por otro lado, India no ha completado la revolución democrática capitalista, como hemos visto, con la masa de la población todavía hundida en la pobreza extrema. En China, es cierto que sobre la base de bajos estándares de vida, los problemas básicos de alimentación y vivienda, así como trabajos, fueron resueltos mediante la revolución y consecuentemente el "cántaro metálico de arroz" por un periodo histórico. India no ha experimentado nada de este carácter, ni de la llamada "economía mixta", predominantemente capitalista, de la era Nehru-Gandhi, ni de la reciente "luminosa" fase abiertamente neo-liberal del capitalismo Hindú.

China e India

En muchos campos, la diferencia entre China e India es cruda. La infraestructura China – un producto de la pasada economía planificada – es más desarrollada que India. Entre 1981 y 1995 China tenía 537 científicos e ingenieros en investigación y desarrollo por millón de habitantes, comparado con 151 de India. Además, a pesar de la muy publicitada industria de Tecnologías de Información en India, China sigue encabezando en computadores personales por 3:1, y en el uso de Internet sobre 4:1. Es cierto que India produce un cuarto más de software, del cual tres cuartos es exportado, aunque tiene una economía mucho más pequeña que China. Ambas sociedades están confrontadas con una devastadora polución medioambiental, que por si sola pone en cuestión la rápida industrialización propuesta por los capitalistas de India – apoyados por el PCI(M) – y el capitalismo en desarrollo en China. El desarrollo desbocado de la industria con un intento de copiar lo que ha pasado en los países industriales "avanzados" es una amenaza no solo para China e India sino para todo el mundo. Como señalamos en este libro, para que China alcanzara los estándares de vida de EEUU necesitaría los recursos de ¡cuatro mundos! Mucho antes que esto el mundo se asfixiaría hasta la muerte, o sería sumergido por las olas en aumento del mar, con consecuencias imprevistas (ver la sección del medioambiente)

Esto no es decir que las masas de India y China no merecen el derecho a disfrutar de condiciones de vida iguales a aquellas que prevalecen en Europa Occidental, Japón y especialmente en los EEUU. Pero sobre la base del capitalismo, este programa de industrialización – completamente suscrito por el PCI(M) – es unilateral, se logra por métodos brutales, casi la acumulación capitalista primitiva descrita por Karl Marx e iluminado en el brillante capítulo en el primer volumen de El Capital que trata de la "jornada de trabajo".

En realidad, las Zonas Económicas Especiales implementadas en China, en Guangdong y la franja costera así como Beijing, no son El Dorado capitalista descrito por los defensores y abogados del "modelo chino", tales como el PCI(M). De hecho, la Zona Económica Especial de Censen es una pesadilla para los trabajadores donde "no existen derechos laborales" (Praful Bidwai, Khaleej Times, 24 Marzo 2007). Este escritor también da a conocer, correctamente, que en China "el vicepresidente Chen Changzhi, acaba de revelar que el 80% del 1.84 millones de hectáreas de tierra de cultivo destinadas a desarrollo industrial fueron adquiridas ilegalmente". Los salarios de los trabajadores, que a menudo trabajan en fábricas modernas – resultado de la inversión extranjera – lo hacen por una fracción de los salarios de Occidente. Incluso en India, el salario de los trabajadores profesionales de Tecnologías de Información promedia un cuarto o un décimo de los salarios para puestos equivalentes en Europa o en los EEUU.

En el pasado se creía que solamente las mercancías podían viajar sobre las fronteras, mientras que la mayoría de los servicios no podían ser importados y por lo tanto no estaban sujetos a las mismas presiones de la competencia internacional. Pero el crecimiento de la World Wide Web ha cambiado todo esto y ahora "el sector de más rápido crecimiento del comercio internacional está en los servicios" [Steve Schifferes, Economics Reporter, BBC News, Bangalore]. India es un líder global en el suministro de estos servicios conocidos como procesos de externacionalización de negocios, y exporta $25 billones en estos servicios por año, una cifra que se espera que crezca a $60 billones en 2010. India se ha transformado en el centro de la industria global de servicios de tecnologías de información, desde desarrollo de software de alta tecnología que requiere de un titulo universitario completo de ingeniería hasta BPO (Optimización de procesos de negocios) y centros de llamados, con gran número de trabajadores empleados que sólo tienen educación pre-universitaria. Tiene vínculos de comunicación de datos internacional y un buen acceso a Internet en las principales ciudades. Este es un producto del esfuerzo consciente del capitalismo hindú, para priorizar deliberadamente el sector de servicios de información orientados a la exportación, otorgándole subsidios especiales. Sin duda esto ha tenido un impacto alimentando un boom en India, pero uno, que como dijimos antes, difícilmente toca la vida de las vastas masas de los pobres trabajadores-campesinos.

Industrialización capitalista

Sin embargo, los teóricos del PCI(M) siguen creyendo que esta industrialización capitalista – que ellos resaltan con su apoyo a la teoría de las "etapas" - es la clave para la prosperidad en las vidas del billón de habitantes de India. Karat dice que la política del partido es oponerse a la "requisición de tierras en nombre de las Zonas Económicas Especiales" y que esta política ahora será obligatoria en Bengala Occidental. Solamente "cuatro o cinco propuestas" de Zonas Económicas Especiales sería ahora consideradas en el estado, que también sostuvo que se proveería de "trabajo directo o indirecto, a cualquier perdedor de tierras en Singur, especialmente a aquellos dependientes de la tierra". También declaró que "la adquisición de tierra para la industria es inevitable en Bengala, que tiene menos del 1% de tierra en barbecho". Concluye que "la historia no nos perdonará si impedimos… la industrialización por esa razón". Pero la industrialización capitalista, unilateral y sobretodo en un estado, no es una garantía, como ha demostrado China, de prosperidad para la masa de la población. Por supuesto la perpetuación del atraso rural, de relaciones feudales o semi-feudales, tampoco es alternativa. No obstante, lo que se requiere, es una lucha seria para eliminar el podrido latifundio hindú y el capitalismo cuyo "brillo" se ha eclipsado como ha demostrado la verdadera situación de la gente de Bengala Occidental y especialmente de Nandigram. Esto significa que hay que invertir en la lucha por puestos de trabajo, viviendas, educación, reforma agraria seria y la solución a los problemas de casta y nacional con la idea de quiebre decisivo con el latifundio y el capitalismo en Bengala Occidental y en toda India, vinculando el socialismo a una nueva división del trabajo a escala nacional y mundial.

Sin embargo, la dirección del PCI(M) ha adoptado el curso opuesto, incluso prosiguiendo una campaña brutal contra los organizadores de protestas contra la requisición de tierras en Bengala Occidental. Por ejemplo, en el área donde han ocurrido los enfrentamientos han aparecido carteles "voceando consignas anti-Medha Patear" (un conocido organizador de las protestas independiente. Otros dicen "Medha vuélvete a Vidharba donde los campesinos están suicidándose". Otros dicen: "Queremos industrialización". A pesar de ello, el PCI(M) todavía inscribe en su bandera lo siguiente: "El Partido Comunista de India (Marxista) es la vanguardia revolucionaria de la clase trabajadora de India. Su objetivo es el socialismo y el comunismo a través del establecimiento del estado de la dictadura del proletariado". Estos nobles objetivos, entretanto, se dejan de lado mientras los trabajadores son tiroteados por las fuerzas estatales que ellos apoyan en nombre de la teoría de las etapas. Solamente el proceso de revolución socialista, en la línea de las ideas de Trotsky de la revolución permanente – que explicamos en este libro – abre un verdadero porvenir a las masas hindúes.

No obstante, el PCI(M) visto como un vehículo para la realización de este sueño por generaciones de trabajadores llenos de auto sacrificio no es capaz de luchar por esto, como han demostrado los eventos de Nandigram y en todas partes. En Bengala Occidental, el partido se ha esforzado por reconciliar los intereses de las masas pobres, especialmente en las tierras donde, como hemos señalado antes, hizo algo de bien en la mejora de las condiciones durante un tiempo, con los capitalistas de Bengala Occidental y sus patrocinadores imperialistas. Mientras se hace pasar por "comunista" este partido en realidad como muchos de sus partidos hermanos en el mundo, a lo más, retiene elementos social-demócratas en sus acciones, e.g. la reforma agraria en Bengala Occidental. Pereo se ha transformado cada vez más en una herramienta de los capitalistas. Sus acciones en Nandigram han cortado el largo hilo que conectaba a la dirección de este partido con las masas.

Se necesita un "Nuevo Partido de Trabajadores"

Este proceso de "aburguesamiento" de los partidos ex socialdemócratas y ex-comunistas, llama la atención por su uniformidad en todo el mundo. India, durante un periodo, parecía quedarse atrás, con ilusiones entre sectores significativos de los trabajadores avanzados que de alguna manera el PCI(M) era "diferente". Los acontecimientos de Nandigram han hecho trizas estas ideas y un debate significativo ahora se ha abierto sobre una nueva salida para la izquierda y el movimiento de trabajadores en la India. Las direcciones del PCI(M) y otras de izquierda, con sus inflados aparatos, son incapaces de enfrentar un debate y discusión serios, ya sea sobre las necesidades objetivas de las clase trabajadora y los pobres en la India y sobre las políticas requeridas para cambiar esto los acontecimientos que han acaecido en Bengala Occidental. Pero es completamente diferente con los militantes de base de estos partidos, jóvenes, intelectuales de izquierda y otros trabajadores que ahora rechazan sus políticas y están buscando un camino hacia adelante. Es necesario tener el coraje de movilizar a la izquierda, que sigue siendo considerable en la India, por un nuevo camino. Esto implica discusión sobre la necesidad de un nuevo partido de masas para los trabajadores, los campesinos pobres y todos los sectores explotados de la sociedad hindú.

En India han tenido lugar numerosas luchas , día a día y cada semana, pero esto alcanzar un nuevo nivel con todo el "brillo" del capitalismo hindú apagándose. El propósito de este libro es ayudar a preparar las fuerzas que pueden intervenir en estas batallas de clase y movilizar a la clase trabajadora para cambiar la sociedad en una dirección socialista que tendrá amplias repercusiones – dado el colosal poder potencial de India, una vez superados los escollos del latifundio y el capitalismo – sobre el resto de Asia y el mundo.

Difícilmente hay un país en Asia hoy día que no enfrente la misma clase de convulsiones que la India hoy día. Por ejemplo, el débil latifundismo y capitalismo de Pakistán, que lo despedaza, ha buscado refugiarse en la dictadura de Musharraf, que ahora está bajo presión de masas para abandonar la escena. De manera parecida, en la vecina Bangladesh, los militares han intervenido, arrestando líderes políticos, pisoteando los derechos humanos y prohibiendo toda "actividad política". Los militares también han intervenido en Tailandia. En Sri-Lanka, las masas de lengua Tamil están luchando por sus derechos nacionales básicos y se han encontrado con la despiadada represión del régimen chovinista Sinhalés de Mahinda Rajapakse. El Partido Socialista Unido (USP), la sección del CIT en Sri Lanka, que es el único que tiene trabajadores Sinhaleses, Tamiles y musulmanes en sus filas, ha defendido valientemente a los trabajadores tamiles de los asesinatos de los escuadrones de la muerte respaldados por el gobierno.

Uno de los factores que lleva a la imposición de gobierno militar o casi militar es la incapacidad de los partidos políticos existentes de mostrar una salida al impasse en que se encuentra la sociedad. En el tercer país más populoso del mundo, los principales partidos políticos de Bangladesh, el Bangladesh National Party (BNP) y la Liga Awami compiten por los desechos del poder pero no han hecho nada para cambiar las horrorosas condiciones de las masas. El actual "gobierno provisional" (todos estos regimenes militares declaran que son "temporales" pero se aferran al poder hasta que son derrocados por un levantamiento de masas) también sostiene que señalar un camino de salida. En Bangladesh, los trabajadores textiles, muchos niños, pueden ganar apenas 3p (6 Centavos de dólar) por día. En India, el jornal diario de trabajadores que quiebran bloques de arenisca, nuevamente niños, es 82p (1.64 dólares) por día. Como declaró una de las organizaciones dedicadas a defender a los niños trabajadores: "El trabajo infantil es una forma de esclavitud". Esta esclavitud solo se terminará sobre la base de poner fin al sistema que la perpetúa.

La indignación creciente de las masas de India no se reflejó solamente en los acontecimiento de Nandigram sino también en las huelgas en las ciudades y en los levantamientos rurales en aumento que están ocurriendo. En el estado rico en recursos de Chhattisgarh, de acuerdo con el Financial Times, 50 policías fueron muertos recientemente en un "ataque de extremistas de izquierda". Esta es un área donde hay lo que el periódico llama "insurgencia maoísta", que es la manera policial de describir protestas rurales de campesinos bajo ataque de terratenientes feudales y semi-feudales. Este conflicto tuvo lugar poco después del choque en Bengala Occidental y es sintomático de la situación que se está desarrollando a escala de toda la India. Muchas partes de India están confrontadas con levantamientos de la clase trabajadora y los pobres, lo que incluso llevó recientemente al primer ministro Manmohan Singh a declarar que el "movimiento Naxalita" – la frase que designa todo movimiento de resistencia campesina – era el único "mayor desafío de seguridad que nunca hubiera enfrentado nuestro país". La clase trabajadora no está muy lejos por detrás de sus hermanos y hermanas, como las masivas huelgas contra las privatizaciones han mostrado. En el proceso de este movimiento, el genuino socialismo y marxismo – no la variedad falsificada protegida por las balas de la policía capitalista – será mucho más relevante para las masas hindúes. La tarea de este libro es impulsar el proceso de reflexión de la izquierda genuina y las fuerzas marxistas con objeto de proveer el partido y la dirección que esta vez sean capaces de dirigir a los trabajadores de India a una lucha exitosa contra el latifundismo y el capitalismo, y al establecimiento de una India socialista vinculada a una confederación socialista democrática del sub-continente.