Pakistan: Violencia brota en Karachi al aumentar polarización política

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO on 4:16

Cincuenta asesinados y más de 150 heridos

Khalid Bhatti, Movimiento Socialista de Pakistán, CIT Pakistan, Lahore

Karachi, la ciudad más grande de Pakistán, vivió su peor momento de violencia política en décadas el pasado 12 de Mayo. Cincuenta personas fueron asesinadas y mas de 150 heridas en enfrentamientos y tiroteos entre el Movimiento oficialista Muttahidda Qaumi (MQM – un partido reaccionario chauvinista que principalmente se apoya en la minoría Mohajir) y grupos de la oposición.

La violencia sucedió a la visita a la ciudad del ahora famoso Presidente de la Corte Suprema de Justicia de Pakistán, Iftikhar Mohammad Chaudhary quien fue suspendido por el régimen de Musharraf porque se rehusó a seguir las órdenes del Presidente del país y Jefe del Ejército, el General Musharraf. No es sorpresa que Musharraf no tomara amablemente la visita de Chaudhary a Karachi.

Este fue el caso después de la gran demostración de fuerza de las fuerzas anti-Musharraf, logrado por todos los partidos de la oposición, en Lahore el 5 de Mayo. Hasta ese momento el gobierno estaba solamente "incomodo" con las incursiones de Chaudhary a Rawalpindi, Sukur, Hyderabad y Peshawqar para dirigirse a diferentes consejos de abogacía y convenciones de abogados. Los partidos de oposición también se reunieron en torno a la llegada del Presidente de la Corte a estas ciudades.

Pero el espectáculo en Lahore fue único. Señalo que el movimiento en contra del General Musharraf esta tomando impulso. Después de la recepción sin precedentes en Lahore, el gobierno se dio cuenta que los mas amplios sectores de la sociedad se estaban moviendo en apoyo al movimiento liderado por abogados quienes se oponen a la suspensión de Iftikhar Chaudhary. También fue claro que los principales partidos de la oposición capitalista estaban ganando apoyo también y que estaban preparados para movilizar a sus simpatizantes a las calles. Hasta este momento, los líderes de los principales partidos fueron enérgicos en su oposición a la suspensión del Presidente de la Corte pero se abstuvieron de movilizar grandes masas en manifestaciones callejeras, temiendo empezar un movimiento que no pudieran controlar.

El gobierno decidió no dar carta blanca a los abogados y a los partidos de la oposición para mostrar su poder. El Movimiento Muttahidda Quami (MQM), un aliado del gobierno de Musharaf, decidió mostrar su fuerza y anunció una manifestación en contra del Presidente de la Corte el 12 de Mayo.

Muestra de fuerza o de debilidad?

Esta protesta empezó a verse como una gran prueba de fuerza del MQM y del gobierno. La tensión se incrementó cuando tanto la alianza de los partidos de oposición y el MQM anunciaron manifestaciones de protesta para el mismo día y casi en los mismos lugares. Desde los episodios en Karachi tanto el MQM como el gobierno han condenado la visita del Presidente de la Corte como responsable por el derramamiento de sangre.

El MQM quería usar su protesta para demostrar que el Presidente de la Corte no ha tenido soporte en esta, la mas grande ciudad y el mas grande centro urbano, en Pakistan. Mientras que es cierto que el MQM tiene unas bases seguras y el apoyo de la población de habla Urdu de Karachi.

Lo que todo el mundo vio ese día no tiene nada que ver con apoyo de masas para el MQM y el gobierno. Era más acerca de su deseo de usar la violencia brutal para lograr sus objetivos. La ciudad entera fue sitiada, y todas las vías que conducen al aeropuerto fueron bloqueadas con grandes containers. Cientos de activistas de la oposición fueron arrestados y muchos más fueron forzados a esconderse. El gobierno trató de todo para evitar que las manifestaciones de la oposición ocurran. No sólo se le dio carta blanca al MQM en sus ataques asesinos sino que también fueron apoyados activamente por la administración de la ciudad de Karachi. No hubo intención de bloquear la ruta de la manifestación de protesta del MQM. El resto de la ciudad fue barricada. Milicias armadas atacaron a las manifestaciones de la oposición y nuevas zonas fueron convertidas en campos de batalla.

Los rifles de asalto más modernos fueron usados en los ataques en los cuales la mayoría de las victimas fueron activistas de la oposición. Matones armados y policías trataron de controlar las calles por más de seis horas. AAJ TV, un canal privado, también fue atacado y fue mantenido bajo intenso tiroteo durante horas. Milicias armadas dispararon miles de cartuchos sobre la estación de televisión.

La policia y la guardia paramilitar estaban fuera de vista mientras estos sangrientos ataques acontecian. Mostrando una cruel indiferencia por la vida humana, mientras que cuerpos sin vida estaban tirados en las vias y los heridos gritaban de dolor, el MQM continuó su manifestación y su muestra de poderío en el centro de la ciudad. Sin embargo, la asistencia de solo unos cuantos miles de personas a esta manifestación fue pequeña en comparación con las recientes convocadas por el MQM.

Durante los últimos años el MQM desesperadamente ha tratado de cambiar su imagen hacia una fuerza política nacional no étnica, con campañas por los derechos de todas las nacionalidades oprimidas y demás sectores de la sociedad. Como parte de este proceso el MQM trató de construir sedes del partido en las otras provincias de Pakistan, aparte de Sindh donde esta su sede principal. La masacre del 12 de Mayo cambió todo. Más de 150 titulares del MQM en las otras tres provincias renunciaron en protesta. El MQM fue forzado ha cerrar sus sedes a lo largo del país, debido al miedo de represalias por parte de personas enardecidas por la matanza en Karachi. Lejos de fortalecer su posición, el MQM esta completamente debilitado.

Fuertes reacciones

Ha habido un poderoso contragolpe no solo de los principales partidos de la oposición capitalista, sino también de los sindicatos, comerciantes, ONG’s, grupos comunales, en contra de los sucesos en Karachi.

Los partidos de la oposición capitalista llamaron a una "huelga general" que fue una de las más exitosas de este tipo de protestas en siete años. Sin embargo, este tipo de "huelga general", a pesar de tener consecuencias económicas, solo involucra el cierre de tiendas, mercados y pequeños negocios. Esto no debería ser confundido con una huelga general con la clase obrera industrial a la cabeza que paraliza la economía y la capacidad de la elite para producir ganancias. No obstante, incluso las organizaciones de comerciantes apoyaron este llamado. El gobierno y el MQM se vieron bajo ataque de todos lados y claramente no esperan tal reacción. Incluso la prensa se ha vuelto en contra del gobierno. Como resultado el régimen Musharraf ha empezado a insinuar amenazas de acciones severas en contra de las estaciones de televisión y periódicos si ellos continuaban cubriendo eventos de una manera crítica al gobierno.

Por primera vez desde el golpe militar de Musharraf en Octubre de 1999, la prensa, abogados, comerciantes, profesionales de la clase media y algunos sectores de la clase trabajadora están acercándose a unirse en un movimiento de oposición en contra del gobierno. Los partidos de oposición capitalistas también están próximos a forman una alianza mas amplia. Tal amplia oposición con el apoyo de los comerciantes, sindicatos y otros movimientos sociales y organizaciones podría crear una situación de pesadilla para Musharraf.

El régimen esta en serios problemas

El régimen de Musharraf esta enfrentando su primer gran reto político desde las elecciones del 2002. El régimen parecía relativamente cómodo y se estaba preparando para otro periodo con Musharraf como presidente y la Liga Pakistaní Musulmana – Q (PML-Q un nuevo partido creado por Musharraf después que tomara el poder en 1999) siendo el mayor aliado en el gobierno.

Sin embargo, todo cambio después del 9 de Marzo del 2007 cuando El Presidente de la Corte Suprema de Justicia fue suspendido. El aparentemente todo poderoso gobierno ahora enfrenta una seria crisis política y judicial al abrirse una mayor división con la clase dominante. Todo el descontento con el régimen de Musharraf amenaza con aflorar a través de la brecha abierta por esta crisis.

El régimen esta aislado y ha sido significativamente debilitado en los últimos dos meses. La política esta ahora severamente polarizada entre unas líneas pro y anti Muharraq. El futuro del general Musharraf se ha vuelto la pregunta clave en la política Pakistaní.

El analista pro-Musharraf y militar retirado, General Talat Masood, describe la situación en las siguientes palabras: "Yo pienso que su poder (de Musharraf) esta decreciendo rápidamente. No hay duda acerca de eso. Fue un error fatal (la suspensión del Presidente de la Corte), una equivocación de horrendas proporciones. Fue una receta segura para la confrontación. Todas las acciones subsecuentes al 9 de Marzo reflejaron una sensación de inseguridad en las filas del gobierno llevando a una situación donde las elecciones pudieran ser realizadas antes de tiempo. Pero es poco probable que Musharraf sea capaz de mantener ambos cargos, de ser Presidente, tendría que colgar el uniforme".

Otro bien conocido analista político independiente y editor del Daily Times, Najam Sethi, dijo, "la violencia en Karachi ha dado la escena para la confrontación nacional. Las líneas de batalla están ahora marcadas. Esta Musharraf y el partido oficialista y el MQM por un lado y el resto de Pakistán por el otro. El está enfrentando el peor periodo de su mandato. Mientras que Karachi estaba en llamas, Musharraf estaba dirigiendo una manifestación en Islamabad organizada por sus amigotes para demostrar apoyo publico para la administración militarista. Musharraf transmitió el mensaje al Presidente de la Corte de que su administración usaría la maquinaria del Estado para detener al Presidente de la Corte y que el no estaría permitido de acercarse al pueblo. Su apoyo esta desvaneciéndose rápido pero el apoyo al Presidente de la Corte esta creciendo día a día. Dos presidentes están peleando, por un lado el Presidente de las Fuerzas Armadas tiene el apoyo de los militares y el aparato del Estado, y por otro lado el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de Pakistán tiene el apoyo de la sociedad civil."

No esta claro si el gobierno de Musharraf se mantendrá en el poder pero ha perdido mucha de su autoridad y legitimidad. El régimen nunca ha estado tan aislado desde que ascendió al poder. Los principales partidos capitalistas estaban en oposición a Musharraf desde el inicio, pero el MMA (una alianza de los principales partidos religiosos) le extendió un apoyo reacio. Ellos facilitaron el paso de la 17ª enmienda a la Constitución que permitía y habilitaba a Musharraf para continuar como Presidente de las Fuerzas Armadas y como Presidente del país. Ahora el MMA ya no desea apoyar más a Musharraf.

Estos sucesos recientes han hecho imposible para el Benazir Bhutto dejar al Partido del Pueblo Pakistaní hacer un trato con Musharraf para apoyarlo en el futuro cercano. Hay muy pocos opciones políticas para el gobierno que puedan ayudar a solucionar la actual crisis política y judicial.

Musharraf preside sobre un orden de jerarquía política basado en lo militar. Como presidente de las Fueras Armadas, el está apoyado por el establecimiento militar de inteligencia que tiene el respaldo de la alta burocracia. Bajo esto esta la asumida elite política. Estos acuerdos tienen tres grandes implicancias para el sistema político. Restringe o excluye el rol de las fuerzas políticas disidentes donde ningún solitario tiene participación en el orden político-militar de Musharraf; los asumidos lideres políticos dependen de Musharraf por influencia política; y mas allá de fortalecer sus credenciales populares, esto hace a este contexto político el más impopular en la historia de Pakistán.

La suspensión del Presidente de la Corte Suprema fue un movimiento preventivo para asegurar que los escalones mas altos de la justicia no crearan ningún problema para Musharraf en el caso de una amenaza de la oposición a su candidatura para un nuevo periodo. Cualquiera haya sido la intención, esta ha disparado en contra masivamente. Esta decisión se desarrollado las condiciones políticas en las cuales los partidos de la oposición pueden estallar. Ahora Musharraf quiere reelegirse el mismo desde las actuales asambleas antes que esperar a las elecciones. Solo esto puede hacer arder las llamas de este conflicto y forzarlo a nuevos y más intensos niveles.

Como resultado el gobierno está considerando diferentes opciones para acabar con la crisis actual. Es más probable que ellos usen más medidas represivas para aplastar el movimiento de oposición. Pero esto puedo provocar la propagación de la agitación en contra del gobierno y puede también llevar a nuevos sectores de la clase trabajadora al movimiento.

Los próximos meses son cruciales para el futuro del régimen de Musharraf, el cual está pendiendo de un hilo. El resultado de la batalla legal y constitucional que se esta dando en la Corte Suprema tendrá un efecto en la determinación del curso de los sucesos políticos en Pakistán. Si la Corte Suprema decide a favor del Presidente de la Corte y quita los cargos en su contra, será un gran golpe para el actual régimen. Si el caso va en contra de Iftikhar Chaudhary, podría provocar una nueva serie de protestas y esto podría forzar la salida de Musharraf y sus amigotes.

El gobierno esta preocupado por el hecho que mas gente se está uniendo a las manifestaciones publicas cada día. Ahora la Unión de maestros y la Asociación de Doctores también se unieron al movimiento. Pero la inmensa mayoría de la clase trabajadora está aún como observadores del movimiento.

Sin embargo, el Presidente de la Corte es la personalidad no-política mas popular del país. La razón de esto es que decidió enfrentarse al régimen de Musharraf. L se ha convertido en un símbolo de resistencia y coraje. El movimiento de los abogados alrededor de Iftikhar Chaudhary ha sido capaz de construir en solo dos meses lo que los partidos de la oposición han fallado en desarrollar en siete años. Esto es porque la oposición capitalista es completamente incapaz de construir ningún apoyo duradero el cual es necesario para movilizar a las masas.

No hay liderazgo de nivel nacional que pueda llenar el vacío. En la ausencia de un partido de clases obreras y de liderazgo, la situación se ha vuelto más compleja.

Mientras que las actuales protestas pueden desarrollarse en un movimiento más amplio incluyendo a mayores sectores de la clase trabajadora, esto no es seguro. Por ahora la mayoría de la clase trabajadora no tiene suficiente confianza para enfrentarse al gobierno y la conciencia pública es aún contradictoria. Por un lado está creciendo el odio y rencor en contra del régimen y la clase dominante pero aún ahí hay una difundida desilusión por la política y los partidos políticos. Tomará tiempo antes de transformar ese rencor en acción. Hay poco gente que aún tiene ilusión en el sistema y las instituciones del Estado, pero no hay claridad acerca de cual deberá ser la alternativa. El gran rencor en contra de la elite no ha sido aún traducido en una clara conciencia de clase a escala de masas. Pero mientras que el movimiento se desarrolla más, una clara conciencia de clase emergerá.

Una acción política independiente de la clase obrera Pakistaní es necesaria para deshacerse del gobierno militar y el capitalismo. Trabajadores y jóvenes no confían en os partidos religiosos y políticos quienes están envueltos en este movimiento para poner sus corruptas manos en el poder. Si ellos logran sacar a Musharraf esto no resolverá ninguno de los problemas básicos de la clase trabajadora. Un cambio real y una transformación de la sociedad solo es posible si la clase trabajadora toma el poder con sus manos, y reemplaza el capitalismo y feudalismo por una sociedad socialista y democrática.

  • En contra del gobierno militar, el capitalismo y el feudalismo.
  • Por un gobierno de trabajadores y campesinos y una economía socialista planificada.